• Y recuerden: para la puritana Cristina Cifuentes, la mera imputación (investigación) exige dimisión inmediata.
  • El juez, eso sí, tendrá que investigar a la presidenta de la Comunidad de Madrid por presunta prevaricación y cohecho, en los contratos de la cafetería de la Asamblea de Madrid entre 2009 y 2013.
  • Presidió la Mesa de Contratación, algo que era incompatible con sus otras ocupaciones.
  • Y es que Cifuentes era miembro del patronato de Fundescam y una de las responsables de campaña del PP regional.
  • Pero los contratos no son baladí: se los adjudicó Arturo Fernández, que dio 160.000 euros para la campaña de las autonómicas de 2007.
  • Y ojo, hablamos de una acusación producto de una filtración, otra más, de sumarios judiciales.
  • De hecho, las primeras afirmaciones hablaban de peticiones de investigación de la Guardia civil y de la UCO, no del juez.
Parece que se cumple el refrán de el que a hierro mata, a hierro muere, pues el juez Velasco apunta ahora a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (en la imagen) en la 'Operación Púnica', tras recibir un informe de la Guardia Civil. Algo que resulta cuanto menos curioso, pues el lema de Cifuentes es "al fiscal vas, querido compañero", como se ha visto en la 'Operación Lezo', abriendo la caja de los truenos y descolocando a Mariano Rajoy. Eso sí, lo ha pedido la Guardia civil pero el juez Eloy Velasco lo ha parado: no imputará a Cifuentes. Pero como se trata de una filtración, los datos de la sospecha seguirán corriendo por los medios. En concreto, la investigan por presunta prevaricación y cohecho en contratos de la cafetería de la Asamblea de Madrid entre los años 2009 y 2013. Algo que puede ser una simple anécdota si se compara con lo sucedido con el Canal de Isabel II en Hispanoamérica… En aquellos años, Cifuentes presidió la Mesa de Contratación, algo que resultaba incompatible con sus otras ocupaciones. Y es que era miembro del patronato de Fundescam y una de las responsables de campaña del PP regional. Pero los contratos citados no son baladí. ¿La razón? Se los adjudicó Arturo Fernández, propietario de la empresa Cantoblanco, que dio 160.000 euros para ayudar a sufragar los gastos de campaña del PP en las autonómicas de 2007. Recuerden que "las casualidades no existen", como refería el poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller. Además, todo esto surge en este contexto de exceso de puritanismo que tanto defienden algunos políticos (entre ellos, Cifuentes), que ya ha provocado más de un cabreo en las filas del PP: por ejemplo, el de la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, por su imputación en el 'caso Mercamadrid'... cuando sólo era miembro de su consejo de administración. Y ojo, hablamos de una acusación producto de una filtración, otra más, de sumarios judiciales. De hecho, las primeras afirmaciones hablaban de peticiones de investigación de la Guardia Civil y de la UCO, no del juez. Lo que está claro es que los juzgados de la Audiencia Nacional parecen coladores. Eso sí, políticamente interesados. Y Rajoy, en Moncloa, sonríe. Cristina Martín cristina@hispanidad.com