El mundo tiene un problema: la especulación financiera. Es lo que hace que todo aquello que hacemos, que producimos, reduzca su valor de día en día. Confunde el necio valor y precio, decía el poeta, pero en el siglo XXI no existe otro valor que el precio.

La economía financista, el mundo del tío Gilito, consiste en los siguientes elementos. A saber:

  1. Lo importante no es producir, sino vender. La calidad de lo producido, por tanto, pasa a un segundo lugar.
  2. Lo importante no es producir bienes, sino producir dinero. Con lo cual, la chapuza recibe medallas.
  3. Si no te endeudas es que eres tonto. Variante: endeuda a las generaciones del mañana y así no tendrás que pagarlo tú hoy.

¿Por qué esta generación vive peor que la precedente? Por el exceso de dinero

Es el mundo del tío Gilito, donde no importa producir, sino comprar y vender. Es decir, que todo lo que hacemos, todo lo que producimos, no nos luce, porque cuanto más dinero circula por el mundo -y vivimos sobre un verdadero océano de liquidez-, el trabajo del hombre no importa: sólo importa cuánto está dispuesto a pagar por ello a alguien.

Todo lo anterior está en la raíz de algo fácil de percibir: la primera generación en medio siglo que vive peor que la anterior.

España tiene un problema: el envejecimiento. España se muere

Y España tiene un problema: el envejecimiento. España está consumida, se muere. Es un país sin vitalidad que, en materia económica significa algo terrible: no hay hijos.

Oiga, y en un sistema de reparto, no olvide que quien no tiene hijos no deberían tener derechos a pensión, porque son los hijos los que pagan las pensiones de sus padres, no la suya propia.

Y hasta podría llegar el caso de que nos tuviéramos que plantear el trabajar toda la vida, hasta el fallecimiento… porque lo cierto es que el sistema está quebrado. Eso, o tener más hijos. Pero no lo digan en voz alta, no es progresista.

Es el mundo del Tío Gilito.