DIA ha tropezado en el inicio del año por el efecto adverso de las divisas, pues las ventas netas han caído un 7,3%, hasta 1.571,6 millones de euros, en el primer trimestre. Sin embargo, este aspecto, que es uno de sus puntos débiles actualmente, no le ha llevado a repensar su estrategia, porque sigue reduciendo tiendas (-406, o lo que es lo mismo, un 8,2%), a un total de 6.100.

La cadena de supermercados que controla el magnate ruso Mikhail Fridman ha sufrido la fuerte depreciación del peso argentino (-36%) y del real brasileño (-26%) frente al euro. En cuanto al desglose de las ventas netas por países: el mayor desplome se ha registrado en Brasil (-28,5%), hasta 179,7 millones; seguido de Argentina, con 197,4 millones (-16,3%); España, con 1.044,5 millones (-1,4%); y Portugal, el único con ligero crecimiento, con 150 millones (+0,7%).

“Nuestra moderna oferta de proximidad sigue siendo atractiva para nuestros clientes en el complicado contexto en el que seguimos operando debido a la Covid-19”, destaca DuCharme

A pesar del buen desempeño operativo y comercial que tuvo DIA en enero y febrero, las ventas en marzo han tenido un comportamiento muy distinto al de hace un año, cuando los consumidores hicieron un fuerte acopio de productos ante las restricciones que se iniciaban por el Covid-19. Eso sí, Stephan DuCharme, presidente ejecutivo de DIA, ha destacado que el rendimiento positivo en los dos primeros meses “demuestra que nuestra moderna oferta de proximidad sigue siendo atractiva para nuestros clientes en el complicado contexto en el que seguimos operando debido a la Covid-19” y que “las ventas de marzo estuvieron en línea con nuestras expectativas”. Claro que considera que la comparativa de las ventas a partir del tercer mes “va a constituir un desafío para nuestro sector”, pues no se espera “el aumento de la demanda sin precedentes” de hace un año.

Conviene recordar que en 2020, DIA logró mejorar ventas, su primer avance en cinco años, con 475 tiendas menos, aunque perdió cuota de mercado. Lo más positivo fue que duplicó las ventas online y redujo a la mitad sus pérdidas, pero en su sector la competencia no deja de crecer (por ejemplo, a España llegará la cadena rusa Mere). Eso sí, también podrá reducir fuertemente su apalancamiento y acelerar su transformación al realizar una mayor ampliación de capital de la prevista en un principio.