La COP25, que se celebra en Madrid y preside Chile, está llegando a su fin, por eso conviene recordar que más de 500 científicos han señalado que “no hay emergencia climática alguna”. Un argumento que destapa la farsa sobre el cambio climático que han montado la ONU y la activista adolescente Greta Thunberg, entre otros, haciendo un gran negocio con ella.

Entre estos más de 500 científicos se encuentra el profesor holandés Guus Berkhout, y un distinguido experto del MIT, el profesor Richard Lindzen, quien destaca tres grupos en este asunto:

  • Un grupo de científicos -los del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC)- defienden que el cambio climático se debe a la quema de combustibles fósiles, la cual libera CO2 y calienta el planeta.
  • Otro grupo de científicos son considerados escépticos, pues no ven lo anterior como un grave problema. Y es que creen que hay muchas razones para el cambio climático y que no hay evidencia de que las emisiones de CO2  constituyan el factor dominante.
  • Y por último, el grupo que forman los políticos, ecologistas y medios de comunicación, a quienes el alarmismo da dinero y poder. Además, son estos los que han ahogado un debate serio al respecto.

En este vídeo, Lindzen destaca que los científicos coinciden en que el clima siempre está cambiando y el CO2 es un gas de efecto invernadero sin el que la vida en la tierra no es posible. Es cierto que los niveles de CO2 en la atmósfera han subido, al igual que la temperatura media global, pero no hay razones para alrmarse porque la predicción sobre los futuros estados del clima a largo plazo no es posible.

En la carta que más de 500 científicos enviaron a la ONU el pasado septiembre, defienden que “no hay emergencia climática alguna” e instaron al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, a una discusión adicional y despolitizada sobre el tema climático. Ellos consideran que las políticas climáticas actuales socavan el sistema económico y ponen en riesgo vida, por lo que piden que estas se basen en “una ciencia sólida, una economía realista y una preocupación genuina por aquellos perjudicados por intentos costosos e innecesarios de mitigación”. “La ciencia del clima debería ser menos política, mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas”, subrayaron.

Ha habido otros calentamientos globales anteriores que han sido mucho más intensos que el actual

Estos científicos también destacaron que el mundo se ha calentado menos de lo previsto y lo esperado, y que lo más probable es que se exagere el efecto de los gases de efecto invernadero como el CO2. Asimismo, destacaron que no hay evidencia de que el calentamiento global esté intensificando los desastres naturales.

A todo esto, conviene unir al científico chileno Douglas Pollock, quien ha denunciado el fraude del cambio climático. Además, ha señalado que ha habido otros calentamientos globales anteriores que han sido mucho más intensos que el actual. Y ojo, no considera que el CO2 sea el principal responsable, sino más bien el sol y las variaciones de las rotaciones de la tierra. 

La ciencia del clima debería ser menos política, mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas

Sin embargo, en la farsa que defienden la ONU y Greta Thunberg (con la que la ministra Teresa Ribera ha conseguido una ansiada fotografía, pero poco más) no es oro todo lo que reluce. Por ejemplo, Naciones Unidas llegó a señalar en un informe en 2001 que en 2020 no habría playas en el mar Mediterráneo… y se ha equivocado. Mientras, la activista adolescente sueca está patrocinada por empresas energéticas con intereses en renovables y el movimiento que lidera no se atreve a hacer sus denuncias en los países que más contaminan, beneficiando a lobbies, empresas verdes y ONGs que se están forrando a costa de la ignorancia de miles de ciudadanos.