Consejo de Ministros del viernes del 29 de noviembre. Isabel Celaá no es una amante de la posverdad sino de la verdad ‘light’, edulcorada, sensible al roce. Pero ojo, con mucho coraje. Por ejemplo, sus gestos de hartura, de profunda desazón, ante la pregunta de los periodistas, también de sus afines, no le impiden buscar salidas originalísimas. Verbigracia: oiga y ¿por qué no pactan con el PP?

Porque la noche electoral querían echar a Sánchez de la vida política.

Muy grave, sin duda, pero ¿y si el PP cambiara de opinión y se ofreciera a hacer presidente a Pedro Sánchez? ¿cambiaría de opinión? Respuesta de Celaá: eso son futuribles, no respondo a futuribles.

Fuese y no hubo nada.

Lo cierto es que Sánchez ha buscado el Frente Popular, a pesar las advertencias hasta de sus propios veteranos: quiere a Podemos y a los separatistas. Y lo también cierto es que desde 1936, en plena Guerra Civil, los comunistas no gobernaban España y ahora lo van a hacer gracias a él. Y lo cierto es que jamás ha querido pactar con el Partido Popular a pesar de que hasta sus mayores han tenido que montar la Operación Borrell para intentar que vuelva a la cordura.

No, no ha estado muy listo Pablo Casado pero lo cierto es que la llamada que le hizo la noche del 10-N a Pedro Sánchez aún no ha tenido respuesta.

COP 25. Doña Isabel se emociona: “Tiempo de actuar, la acción transformadora. Muy emocionante. Catalizador de adrenalina positiva”. Nunca entenderé por qué estos pogres son tan cursis.

La subida del salario mínimo se condiciona a la ‘coronación’ de Sánchez: si hay investidura el SMI  hasta los 1.000 euros y se pagará a los funcionarios. Si no…

Cumbre especial de los jóvenes: “Nos piden a gritos una defensa del planeta”. Esto es la Cumbre de la cursilería. No lo duden.

Pero quedaba la perla: “Un mundo más igualitario, más ecologista, más feminista”. ¿Y qué tiene que ver la Cumbre del clima con el feminismo? ¿Y qué tiene que ver el feminismo con la emergencia climática? ¡Ya lo tengo! Los varones consumen más oxígeno que las mujeres: matemos a todos los varones.

Pero es una Cumbre muy importante, muy ‘visible’. Tanto que, por eso mismo, a pesar de su carácter global, el protagonista de la inauguración de la Cumbre será el secretario general de Naciones Unidas, entidad organizadora… y Pedro Sánchez.

¿Y por qué no SM el Rey de España?, pregunta Hispanidad. A lo que Celaá, nueva genialidad, responde: “Me imagino que la Casa Real y Presidencia del Gobierno ya habrán llegado a una acuerdo sobre eso”.

En efecto, el mismo acuerdo al que han llegado para que Moncloa haya ninguneado a Zarzuela y el jefe de Estado ni tan siquiera haya encargado a nadie la formación de Gobierno mientras Sánchez ha decidido él solito, que el Gobierno lo forma él.

¿Salario mínimo de 900 a 1.000 euros? Pues resulta que “no hay nada sobre la mesa”. Está clarísimo, como no me habéis investido presidente os aguantáis: os quedáis con los 900 euros. Y lo mismo con los funcionarios: no se les puede pagar los atrasos prometidos porque no hay Gobierno.

Y ya estáis haciendo presidente a Sánchez o nos van a rascar el bolsillo.

¡Democracia, democracia!

Pero todo esto son pequeñeces comparado con lo relevante: No se volverá a la cordura: Sánchez ya tiene pergeñado el Frente Popular.