Rueda de prensa correspondiente al Consejo de Ministros del viernes 22.

La ministra portavoz, Isabel Celaá, que hoy acaba de recibir otra desautorización del obispo portavoz Luis Argüello por su obsesión contra la libertad de enseñanza, tras una semana empantanada en la educación, que ahora pretende sea “de género”, seguramente del género bobo, se sentía fuerte otra vez para pergeñar lo que mejor se le da: decir la verdad, nada más que la verdad, pero no toda la verdad.

Para ser exactos, doña Isabel es económica con la verdad. Seamos rigurosos: doña Isabel es una grandísima embustera.

Por ejemplo, y esto es tremendamente significativo, alusión a la ‘Operación Borrell’: “El único Gobierno posible es el presidido por Pedro Sánchez”. Mentira: hay tantos gobiernos posibles como españoles. El Rey designa un candidato y este debe encontrar el apoyo de la Cámara. Si obtiene ese apoyo se convierte en presidente y no se hable más. Y no se trata de ningún golpe de Estado: es la ley y el Rey es el jefe del Estado.

Celaá insiste: PSOE y Podemos forman el único gobierno posible. Otra mentira. Lo que los promotores de la operación Borrell le están diciendo a Sánchez es que sí, todavía puede ser él el presidente… con tal de que rompa con los comunistas de Podemos y vaya a la otra posibilidad, mucho más clara y estable que le han prestado los españoles… y que si existe: gobierno de coalición o pacto de legislatura entre PSOE y PP. Pero, eso sí, con el cometido de reducir a los separatistas vascos y catalanes.

No entro en si es bueno o malo: digo que es lo que se le ha ofrecido a Pedro Sánchez y él ha optado por Podemos.

El desastre de las subvenciones a las renovables es obra de ZP. El PP intentó arreglarlo pero el PSOE no puede presumir de lo que él mismo estropeó

Mas propaganda de Celaá: Sánchez ha ganado todas las elecciones dE este año. Cierto, pero entre los meses de abril y noviembre, en comicios comparables, las generales, Pedro Sánchez ha perdido 750.000 votos y Pablo Iglesias 500.000. ¿Seguro que están para presumir tanto?

En cualquier caso, el empeño de Celaá consiste en asegurar que el único que puede ser presidente es su jefe. Es decir, que otra vez Pedro Sánchez está jugando a ser monarca. Y, además, revela que Sánchez no está dispuesto a dejar el cargo, aunque el país se convierta en un caos. Siempre será un caos podemizado. 

Se me olvidaba. El ERE no tiene nada que ver con Sánchez… según doña Isabel: “Sentencia dolorosa… personas afectadas (que no condenadas)” pero “este gobierno, el de Sánchez -no el de Manuel Chaves- nació con la premisa de la limpieza y la regeneración de la democracia”. ¿Por qué no entienden los políticos que este constante autoalabanza -yo soy perfecto, los demás son horribles-, esta incapacidad para vislumbrar, siquiera por un segundo, es lo que provoca una mayor decepción entre los españoles?

Dos medidas, que aunque no lo parece el Consejo de Ministros trabaja en algo más que en honrar a don Pedro.

La primera es el plan de reforma de la Formación Profesional. Nada que objetar: aumentan las titulaciones y se trocea por módulos. Es verdad que en España nos sobran licenciados y nos faltan trabajadores cualificados (ver adjuntos cuadros del Ministerio sobre el Plan). Ahora bien, diversificar la formación profesional es fácil: sólo se necesita dinero. Y nada nos dice Celaá del apartado económico -la memoria económica, como se dice ahora-, salvo que saldrá de un fondo de contingencia. ¿Y?

Segundo, que por algo está a su lado doña Teresa RiberaReal Decreto ley de medidas urgentes sobre… subvenciones a las renovables.

Lo más importante, la rentabilidad pasa del 7,39 al 7,09 hasta 2031. Y se podrán reenganchar aquellos que se hayan sentido “traicionados” por la reforma Soria (PP) de 2013. Señora Ribera, ¿traicionados los especuladores que se forraron con el erario público español por la necedad zapaterista de ofrecerles oro a cambio de baratijas, en una tecnología no probada como era la solar y con la que fuimos más generosos que ningún otro país del mundo? ¿Unos traicionados a los que todos los españoles, a través del recibo de la luz, les hemos pagado sus copiosas ganancias con un déficit de tarifa gigantesco? ¿Unos traicionados que nos han arruinado y que, encima, cuando llega un ministro Soria y les pega una hachazo, se van a los tribunales para demandar al Reino de España?

Teresa Ribera llama "traicionados" a los cazasubvenciones de las renovables que han demandado al Reino de España. Todo sea por insultar al PP

¿Traicionados? Y lo dice una ministra del Reino de España. Tiene bemoles la copla.

Es posible que Soria podía haber pensado otro sistema para reducir los litigios o llegado a un acuerdo con los inversores en renovables (unos jetas a la caza de la subvención), pero no lo es menos que el PP intentaba solucionar el problema mientras el PSOE fue el creador del problema… por la memez pan-ecologista de ZP.

Pero es igual, la marca del PSOE es la impunidad. Así que: vamos a contar mentiras tralará. Por el mar corren las liebres…