Consejo de Ministros del martes 30 de abril, el primero tras las elecciones generales. Hace su entrada Isabel Celaá, portavoz del Gobierno. Como ya es hábito, da los buenos días “a todos y a todas” y así, sin anestesia alguna, comienza la primera rueda de prensa de un Gobierno ahora legitimado por las urnas.

Arranca comentando las noticias de última hora que llegaban sobre Venezuela la liberación de Leopoldo López por parte de Guaidó, con apoyo militar-, aunque había poco que decir (apenas se manejaban datos sobre la situación). No obstante, Celaá ha insistido en el apoyo del Gobierno a Guaidó y aprovecha para dejar claro que no quieren un “derramamiento de sangre”: no respaldan “ningún golpe militar”, "nosotros vamos a estar con Europa", ha dejado caer más adelante.

Celaá destaca la ilusión y el alivio con el que han sido recibidos los resultados del 28-A

Ahora, a lo importante: vender los datos del 28-A con la cabeza puesta en el 26 de mayo. “El Gobierno ha podido comprobar la ilusión y el alivio con el que han sido recibidos los resultados: hasta el Ibex 35 ayer cerró en verde”, afirmaba confiada la portavoz. “Los grupos económicos funcionan con confianza en relación al resultado electoral”, añadía… tal vez ignorando las peticiones de la banca acerca de la preferencia de un pacto con Ciudadanos, que no con Podemos.

El PSOE no se quita el disfraz de moderado para seguir con la estrategia de Iván Redondo -que por lo visto atrae muchos votos- al menos hasta el 26-M. Y es que la preferencia al partido socialista el pasado domingo puede “interpretarse como un resultado a la línea de convivencia y moderación del Gobierno de Pedro Sánchez”. Más adelante, la ministra justifica esta afirmación sentenciando que “nuestras cuentas casan”: llevan a cabo políticas sociales… pero con cabeza, viene a explicar. “La moderación será posible”, insiste y declara que se mantendrán fieles a su programa electoral.

 El PSOE tiene mucha “experiencia de acuerdos”, así no hay de qué preocuparse

Además, explica las tareas que puede realizar un Gobierno en funciones. Pone como ejemplo una medida social: aprobar las becas. Matiza que “la vocación es gobernar en solitario” y que estar en funciones no es la situación ideal, aunque no da una fecha tope de cara que termine la situación. Eso sí, destaca que el PSOE tiene mucha “experiencia de acuerdos”, así no hay de qué preocuparse.

Otra noticia: después de la rueda de prensa la ministra se ha quedado charlando con los periodistas durante unos minutos. Y es que, además de hablar, ha habido hasta bromas. Las elecciones le sientan bien, ministra… pero todavía quedan las de mayo y la izquierda no gana por tanto a la derecha como nos hacen pensar… sino por un ajustado 0,4%.