• El protagonista de Púnica, ex consejero de Presidencia y ex secretario general del PP en Madrid, está dispuesto a contarlo todo a un juez.
  • Las dos fiscales del caso Púnica son izquierdistas entusiastas y feministas de pro.
  • Así que están deseado hacer ese trabajo.
  • Granados tiene información suficiente, según él, para acusar a los tres últimos presidentes de la Comunidad de Madrid.
Francisco Granados ha estado dos años y medio en prisión preventiva. Ya sabe lo que es vivir en prisión, privado de libertad. Por eso, ahora ha llegado a un pacto con la Fiscalía: está dispuesto a contarlo todo a un juez. A esto se une el hecho de que las dos fiscales del caso Púnica, Carmen García y María Teresa Gálvez, son izquierdistas entusiastas y feministas de pro. Sin duda, contrastan con la figura del juez encargado del caso, Manuel García Castellón, que algunos califican de pepero. En resumen: a la determinación de Granados se une el entusiasmo de las dos fiscales por llevar a cabo su trabajo. El asunto adquiere una nueva dimensión. Y es que Granados tiene información suficiente, según él, para acusar a los tres últimos presidentes de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, Ignacio González y Esperanza Aguirre. Granados va en serio. Recuerden, por ejemplo, que Cifuentes fue su mano derecha para combatir la corrupción en el PP madrileño. No es broma. Ambos se han recorrido muchos pueblos para superar la corrupción. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com