• La Corte Suprema decidirá si le juzga por corrupción cuando la policía finalice las pericias sobre el material de audio y vídeo que originaron las denuncias.
  • Y es que, según el presidente, la grabación fue manipulada para implicarle.
  • Mientras, el expresidente Lula es acusado de nuevos delitos.
  • Y a todo esto, la agencia de calificación de riesgos, S&P, se mete en política y amenaza con rebajar el 'rating' del país.
El presidente de Brasil, Michel Temer (en la imagen), se enfrenta a cada vez más presiones para que abandone el cargo en medio de un escándalo de corrupción. Pero ayer lunes reiteró que no renunciará... incluso si es acusado formalmente por el Tribunal Supremo, informa Reuters. La semana pasada se difundió una grabación en la que Temer parece consentir un pago secreto de dinero a un legislador preso. La Corte Suprema de Brasil resolvió este lunes que solo decidirá si juzga por corrupción al presidente Michel Temer cuando la policía finalice las pericias sobre el material de audio y vídeo que originaron las denuncias. Según el presidente, la grabación fue manipulada para implicarlo. "No renunciaré. Destitúyanme si quieren, pero si me retiro, estaría admitiendo culpa", sostuvo Temer en una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo, denunciando que la grabación de su encuentro con el presidente de JBS, Joesley Batista, fue alterada. El escándalo amenaza desmembrar la coalición de Temer en el Congreso y dejar a la deriva a la mayor economía de Iberoamérica, sumida en dos años de recesión, mientras el presidente lucha por su supervivencia a un año del juicio político que destituyó a su antecesora, Dilma Rousseff. Pero no solo eso: el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva ha sido objeto de nuevas acusaciones por parte de fiscales, que dijeron que el político fue el orquestador de la mayor trama de sobornos en la historia del país, según Reuters. Lula, uno de los fundadores del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) que controló la presidencia de Brasil desde el 2003 hasta el año pasado, ya enfrenta cinco juicios separados por cargos de corrupción. El primero de ellos tendría su veredicto en julio. Bajo la ley brasileña, ahora depende de un juez federal decidir si Lula será sometido a juicio por los cargos más recientes. Y mientras, la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's colocó la perspectiva crediticia de Brasil en revisión especial negativa, publica Investing. S&P afirmó que las incertidumbres de corto plazo sobre la viabilidad política de Temer y un potencial proceso de transición prolongado resaltan los riesgos de un recorte en la calificación crediticia de Brasil. La calificación a largo plazo de Brasil se mantiene en "BB", mientras que la nota a corto plazo en moneda local y extranjera sigue en "B". Es decir, que Standard & Poor's se mete en política cuando debería respetar los procesos de cada país. Pero, según su criterio, los escándalos políticos tiene repercusiones económicas. Muy cierto, pero el problema consiste en que algo tan subjetivo como la influencia política sobre aspectos económicos... la realiza S&P. Y eso es algo más que una ecuación matemática. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com