Boyacá es el gran distribuidor de prensa en nuestro país, de hecho, en los quioscos aporta el 75% del material (el 25% restante viene de SGEL, que reparte revistas y libros). Sin embargo, atraviesa una situación económica delicada: está al borde del precipicio por su elevada deuda.

En concreto, la deuda financiera total -que agrupa la que Boyacá tiene con los bancos y con los proveedores- supera los 30,5 millones de euros, lo que supone un ratio de 10,1 veces el Ebitda. Este último dato es muy superior al de otras empresas, como SGEL y Correos, gracias a que también se dedican al comercio electrónico.

16,1 millones son deuda bancaria: el 30% pertenecía al Popular y pasó al Santander, que ha obligado a firmar una refinanciación con Alantra y Akerton

Entre los más de 30,5 millones de endeudamiento, cabe destacar que 16,1 millones son deuda bancaria. De esta, un 30% se mantenía con el Banco Popular, pero cuando fue absorbido por el Banco Santander pasó a este último: el pasado septiembre, la entidad que preside Ana Botín ha obligado a Boyacá a firmar una refinanciación de deuda con Alantra (antes llamada N+1) y con Akerton.

Estas cifras demuestran que Boyacá está hiperapalancada y aunque sean de 2017, la situación de este año no es mejor. Recuerden la huelga que protagonizó a finales de julio y dejó sin prensa a los quioscos durante varios días: quería rebajar aún más las condiciones laborales (ya bastante precarias) de sus repartidores y reducir plantilla, a pesar de haber hecho dos importantes reestructuraciones en los últimos años. Pero el elevado endeudamiento del gran distribuidor de la prensa es además lo que le faltaba a la prensa escrita, que no deja de estar en caída libre...