La batalla de Madrid ha comenzado en Cartagena, con el ‘atentado fascista’ contra la sede de Podemos, que ha provocado una oleada de acusaciones de los líderes comunistas contra la “violencia ultra” y el “terrorismo callejero” fascista.

Y en estas es cuando fuentes del partido de Santiago Abascal aseguran a Hispanidad que Vox estudia interponer una querella por el ataque a esa sede podemita de Cartagena. En plata, que sospechan que ha podido tratarse de un atentado de Podemos, que habría pasado del auto-golpe, tan querido de los comunistas a lo largo de su historia, a los auto-atentados, como medio de denigrar al adversario político e identificarlo con el terrorismo.

Esta vez Pablo Iglesias no ha acusado a Vox y a Ayuso de lanzarles a “sus cachorros”, sino que se ha referido a la “la ultraderecha” violenta

Así que, en cuanto se concrete la esperada denuncia de Podemos por el ataque a su sede en Cartagena, la fiscalía debería acelerar la investigación. Recuerden que esta vez Pablo Iglesias no ha acusado a Vox y a Ayuso de lanzarles a “sus cachorros”, sino que se ha referido a la “ultraderecha” violenta. 

Se trata de despejar cualquier duda sobre un auto-atentado. O sea, aclarar que los podemitas no son los autores del atentado a su propia sede cartagenera con fines electorales en el 4-M madrileño. Porque Pablo Iglesias se juega su futuro político en esta nueva batalla de Madrid.

Se trata de despejar cualquier duda sobre un auto-atentado. O sea, aclarar que los podemitas no son los autores del atentado a su propia sede cartagenera… con fines electorales ante el 4-M madrileño

Por su parte, Pedro Sánchez, en acto de apoyo a su candidato a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, ha sido el primero en unir, bajo el concepto ‘foto de Colón’, todo lo que no sea social-comunismo. Es decir, Vox, PP y también Ciudadanos serían ultraderecha. La única alternativa democrática serían el social-comunismo, el PSOE-Podemos-Mas Madrid, en su caso con la alianza con grupos separatistas. 

En cualquier caso, lo que Vox se está planteando tiene un doble sentido: por una parte de defenderse de las acusaciones de los comunistas de Pablo Iglesias, que hablan de violencia fascista y les acusa directamente a ellos y, por otro, aclara lo que desde el atentado corre por las redes sociales. Por ejemplo, viñetas que señalan el parecido morfológico del asaltante encapuchado, quien operó justo delante de la cámara de seguridad, con una de las dirigentes de Podemos.

Pedro Sánchez ha sido el primero en unir, bajo el concepto ‘foto de Colón’ todo lo que no sea social-comunismo. Es decir, Vox, PP y también Ciudadanos... serían ultraderecha

Desde luego, esa viñeta no aclara mucho y no demuestra nada, pero las fuerzas del orden disponen de aplicaciones que no sólo sirven para el reconocimiento facial, sino también para el reconocimiento morfológico. En cualquier cosa, se trata de convertir la duda en certeza y el primer interesado debería ser el propio Podemos. Y esto porque, si así ocurre, todos las sospechas recaerán, en efecto, sobre la ultraderecha y, en efecto, se le podrá acusar de violentos.

Insisto: el primer interesado en que nadie pueda sospechar un auto-atentado, es Podemos: que presente sus requerimientos judiciales cuanto antes y que se abra la investigación. En cualquier caso, un atentado contra una sede de un partido político debería ser investigado de oficio por la fiscalía otorgándole prioridad. Porque el asunto no es baladí: es grave. Es en lo único en lo que todos estarán de acuerdo.