• "El asunto del aborto creo que se podrá plantear en las próximas semanas", afirma el ministro, pero sólo se trata de incluir en la ley el consentimiento paterno en el caso de las menores.
  • Insiste en que "la familia es muy importante para el Gobierno", aunque las ayudas se limitan a desgravaciones durante tres años para madres trabajadoras y sólo algunas no trabajadoras.  
  • La Federación Madrileña de Familias Numerosas denuncia que además se discrimina según el número de hijos y solicita que las ayudas sean progresivas.                                                                                               
  • Sanidad trabaja en varias leyes, como la de Protección a la Infancia, a la Familia y la referente al Tercer Sector o Voluntariado "que ha sufrido mucho por la crisis". También las familias, pero parece que no merecen su compasión.

Parece que la mayoría de los políticos españoles y por supuesto los miembros del Gobierno se creen que los ciudadanos somos tontos o no nos enteramos de la misa la media. El último en mostrar este comportamiento ha sido el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso (en la imagen), que lleva poco más de un mes en el cargo, pero ya ha aprendido la teoría a la perfección. Además se le ha calificado como el gran orador por su amplia experiencia parlamentaria.

El político vitoriano ha declarado, en una entrevista en TVE, que la reforma del aborto está sobre su mesa de trabajo: "el asunto del aborto creo que se podrá plantear en las próximas semanas". Perdone, señor Alonso, pero con sus palabras deja muy claro que practica, al igual que el resto del Gobierno, una auténtica tomadura de pelo ante los españoles. En realidad no se hará ninguna reforma del aborto -recuerde que el pasado septiembre, Mariano Rajoy mandó al carajo la que impulsó Alberto Ruiz Gallardón-, sólo se incluirá en la ley vigente -la 'ley Aído'- el consentimiento paterno en el caso de las menores. "Un compromiso" que el PP quiere cumplir "con carácter inmediato".

Sin embargo, esta medida es completamente insuficiente y mucho más en un país como España, donde en 2013 se perpetraron 108.690 abortos, de los cuales el 90% fue porque les dio la gana. Una cifra demasiado trágica, aunque Rajoy y compañía presuman de que sea la más baja de los últimos siete años y un 3,2% inferior a la de 2012. Pero no tienen ningún motivo para enorgullecerse, pues significa que han permitido que no nacieran 108.690 niños, mientras nuestro país envejece sin remedio y sin relevo, tristemente. Además España es el país más envejecido y el que menos ayuda a las familias.

Por si todo esto fuera poco engaño, Alfonso Alonso ha insistido en que "la familia es muy importante para el Gobierno". Otra trola más, como se ve en su reforma fiscal y en los Presupuestos de 2015. Las ayudas de las que presume el Ejecutivo, sin ninguna base, son en realidad desgravaciones y ya saben que para desgravar antes hay que ingresar. Se trata de 100 euros mensuales por hijo para madres trabajadoras, mientras las no trabajadoras sólo podrán obtenerlos a partir de su tercer hijo o si alguno sufre alguna malformación. Además la medida no es nada generosa: sólo se da durante los tres primeros años y se queda muy lejos de las ayudas de otros países, como por ejemplo las de Alemania -184 euros al mes hasta los 18 años y prorrogables-.

"Ahora bien, estas ayudas son parte de una política social del Gobierno, no son política familiar", ha señalado María Menéndez, presidenta de la Federación Madrileña de Familias Numerosas (Fedma). "Parece que el Gobierno no quiere apostar por la familia. El Plan Integral de Apoyo a la Familia parece que tampoco verá la luz", añade. Unas ayudas que Fedma considera escasas, además denuncia que "discriminan según el número de hijos" -como se ve en la gráfica- y solicita que sean progresivas, "que se tenga en cuenta el número de hijos y no los ingresos".  "Lo que de verdad ayuda es rebajar la presión fiscal para que las familias tengan más renta disponible, renta que es fruto del trabajo", subraya Menéndez.

Con todo este panorama queda muy claro que el Gobierno no apuesta por defender la vida de forma tajante, ni por ayudar de verdad a la familia ni tampoco por potenciar la maternidad. ¡Qué ignorantes! Una postura que no se entiende ni siquiera desde el punto de vista económico, pues la mujer que tiene hijos proporciona el activo más precioso para el Estado: futuros contribuyentes. Algo que ha obviado incluso el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

Paralelamente, el Departamento de Alonso trabaja en varias leyes, como la de Protección a la Infancia, a la Familia y la referente al Tercer Sector o Voluntariado, "que ha sufrido mucho por la crisis". También las familias, pero parece que, tristemente, no merecen su compasión, señor ministro.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com