El último trabajo del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (Harvard) sobre la energía nuclear es contundente en la defensa de las centrales para reducir las emisiones contaminantes de carbono (CO2), en el punto de mira de desde la cumbre de París para revertir el cambio climático.

A contracorriente del mensaje ecologista imperante -también en España-, que ha demonizado la energía nuclear, el MIT apunta entre sus conclusiones, que difícilmente se acabará con el problema del CO2 sin un apoyo “significativo” de la tecnología nuclear, una energía limpia.

Ojo, no descarta el recurso en el mismo afán de otras fuentes de energía bajas en emisiones, como las renovables (limpias) o el gas, menos contaminante, que también deben contribuir en el mismo objetivo de descarbonización, pero sin la nuclear -asegura también- el “desafío del cambio climático” será mucho más costoso.

El consumo eléctrico crecerá un 45% en 2040, lo que llevará a un aumento “dramático” de emisiones, y de precios, sin la nuclear

El informe, titulado El futuro de la energía nuclear en un mundo restringido por el carbón (en el documento adjunto), ha sido publicado este mes, el pasado día 3, aunque no será presentado públicamente hasta el próximo 25 de septiembre en Washington, y el 9 de octubre en Tokio. Es el octavo trabajo de una serie que comenzó en 2003.

Los autores de Harvard analizan los motivos del estancamiento actual en la capacidad nuclear (representa el 5% de la producción global de energía primaria), al tiempo que insisten en el potencial de esa energía, “esencial para lograr un futuro energético profundamente descarbonizado en muchas regiones del mundo”.

El informe considera que el principal candidato para descarbonización es el sector eléctrico. Tiene en cuenta que el consumo mundial de electricidad aumentará un 45% en 2040, una realidad que complicará dramáticamente la reducción de emisiones con la exclusión de la energía nuclear si se quiere evitar otro drama: el encarecimiento de la electricidad.

El informe del MIT, está publicado, se presentará el día 23 en Washington y el 9 de octubre en Tokio

El trabajo incluye otras consideraciones, como la necesidad analizar los desafíos y oportunidades de la nuclear en los aspectos técnicos, comerciales y políticos. También los de la seguridad y rentabilidad.

El objetivo, en cualquier caso, pasaría por las planificaciones energéticas de los gobiernos en las políticas de descarbonización y situando a todas las tecnologías de bajas emisiones (renovables, nucleares, limpias, o el gas) en igualdad de condiciones. En la misma línea, recomiendan evitar los “cierres prematuros de las plantas existentes”.