Es el rayo que no cesa. Carlos Puigdemont, huido en Bélgica, se presenta a las elecciones al Europarlamento. De este modo -jajajá- conseguirá inmunidad parlamentaria y podría viajar a España sin ser detenido.

Ahora bien, resulta que legalmente tiene cinco días para tomar posesión de su cargo con la jura de la Constitución española. Si no jura o promete, se queda sin sillón en la Eurocámara y sin inmunidad.

Por tanto, la única salida que le queda es jurar “a lo batasuno”. Ya saben: “Por imperativo legal, juro”. Y no duden que lo hará si fuera necesario. La vergüenza no se cuenta entre las innumerables virtudes de Puigdemont. Y veremos si la Junta Electoral Central le acepta el subterfugio.

Eso sí, la multa puede llegar “hasta los 3.000 euros”. Lo pagarán con gusto

Pero hay más: la Generalitat está dispuesta a desobedecer la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de retirar los lazos amarillos y, por lo que parece –queda un día escaso-. la alcaldesa Ada Colau, también.

El asunto es que, en principio ocurre que la sanción más dura por incumplimiento puede alcanzar los 3.000 euros. Si es así, no lo duden: los lazos amarillos lucirán bellos y hermosos.