Sr. Director: Acaba de llegarme la noticia del fallecimiento de Pedro Zerolo, conocido defensor de las vindicaciones homosexuales (y resto del colectivo….) Obviamente deseo que haya podido irse en paz, aunque sinceramente lo dudo. No le conocí personalmente y, por lo tanto, como persona desconozco cómo era, aunque ciertamente, siendo un personaje público, su personalidad, su forma de ser se expresaba cuando actuaba en los ámbitos de lo público. Zerolo es uno más de los personaje que ha  poblado y pueblan la geografía española (y de muchos otros países occidentales) que tiene la casualidad o la suerte de haber aparecido en ésta época, en donde tanto miedo y/o vergüenza se tienen para hablar claro y en donde los medios de prensa tan sólo se hacen eco, habitualmente, de lo políticamente correcto Hoy y mañana saldrán muchos a hablar  de Zerolo como gran persona, gran defensor de …, gran…etc. y entre esos muchos habrán muchos que no la habrá conocido nunca pero "toca hablar de él", con independencia de estar o no de acuerdo con lo que este Sr ha representado y las consecuencias de su actos. La verdad es que bastaba para oírle para darse uno cuenta de que Zerolo no era una persona especialmente instruida. Sabía, eso sí, dar una imagen muy buscada por los medios y se sabía de memoria todo un decálogo de slogans y/o despropósitos con los que azuzar a las masas o al entrevistador de turno para salir airoso, exagerando en la medida de lo posible su perfil homosexual. Su legado en lo que se califica "en pro de los derechos de los homosexuales", es una losa, hoy por hoy, que tenemos que sufrir todos los españoles y que perdurará. Lo que se va a defender como logros (por cualquier personaje público al que le pongan un micrófono hoy o mañana) de él, a poco que se quiera analizar con mesura, tranquilidad y objetividad, no es mas que una herencia muy negativa para la sociedad española. Zerolo no defendió la dignidad de la persona humana. Defendió la de su colectivo y la de sus artificiales derechos, y encontró fácil acomodo en el PSOE, partido condenado por su falta de valores (igual que el PP, por otro lado..) Se acomodó a lo que tocaba vender en política, explotando su condición que no sus ideas. Vendiendo una forma de vida, de pensar, de ser, a la que no le importa en modo alguno el bien común, ciegos como estaban y están de sí mismos. Zerolo atacó al más débil y no se atrevió con quienes de verdad sí que cercenan sistemáticamente los derechos de la persona, la dignidad de la persona. Por ello no puedo aplaudir ni reseñar "sus años de lucha", pues no hubo sincera lucha sino mas bien acomodo y sin duda una sobreexposición de su persona por quienes detrás de él realmente mueven los hilos. En todo caso descanse en paz. Rafael LLorente