Sr. Director: El Tribunal Supremo ha ordenado que se imparta un 25 por ciento de las clases en castellano en las aulas de Cataluña y que este criterio afecte también a las materias troncales. Los jueces han reprochado a la Generalitat su incumplimiento de las resoluciones que, desde 2010, obligaban a que la lengua común fuera vehicular. Esta recriminación no puede ser un punto final y un cruzarse de brazos cuando, con toda seguridad, la Administración separatista mantenga su abierta desobediencia a los tribunales sin consecuencia alguna. Si los fallos firmes no se cumplen, la Justicia dejará de ser tal. Algunos empezamos a preocuparnos por lo que pueda pasar en Cataluña si acaba triunfando el proceso soberanista. Siguiendo el ejemplo de la actual Administración cualquier entidad o ciudadano podrá pasarse las leyes que dicten y las sentencias de los jueces por "el Arco del Triunfo". No creo que esta Administración tenga autoridad moral para exigirlo. Jesús M.