Sr. Director:

Francisco, el Papa, espera de ellos, de los nuncios, que sean experimentados diplomáticos, pero antes les pide que sean genuinos representantes del Papa y de la Iglesia ante los gobiernos y los pueblos de todo el mundo. Hombres de comunión, diálogo y reconciliación, que no se encierren tras los muros de una embajada, sino que estén en contacto con la gente. En definitiva, testigos del Evangelio, volcados en ayudar al Papa a construir un mundo más fraterno, desde el respeto a la dignidad de todas las personas. La reforma de la curia vaticana a punto de concluir consagra esa figura del nuncio, donde la dimensión diplomática tradicional se refuerza con una labor pastoral más acentuada.