Sr. Director: Este año se producen dos centenarios: Fátima y Lutero. Primer Centenario de la aparición de Nuestra Señora en Fátima y quinto centenario de la mal llamada "reforma" de Lutero. Los ecos de Fátima siguen vivos en el corazón de tantos cristianos; y la devoción a la Virgen con esta advocación, Fátima, se ha extendido por todo el mundo. Meditando las palabras que nos han transmitido los videntes –dos de ellos ya canonizados- muchísimas personas han elevado su corazón al Cielo rezando el santo Rosario, y pidiendo la conversión de los pecadores, para que la humanidad no siga ofendiendo a Dios, y Nuestro Señor Jesucristo tenga la alegría de salvar a esos pecadores, que arrepentidos, le pidan perdón de todo corazón. La devoción a Nuestra Señora de Fátima ha abierto tantos caminos de esperanza en el corazón de muchos fieles hijos de la Iglesia. Entre ellos a los católicos rusos que han visto con gozo, y han dado gracias a Dios, al ver como Obispos, sacerdotes y laicos rusos han ido por vez primera en peregrinación oficial a Fátima, en este primer centenario: semillas de la conversión de Rusia, y de la anhelada unión de todo los cristianos rusos en la Iglesia, en la que -con todas las miserias que se quiera de quienes, por la gracia de Dios,  la formamos- "subsiste" en plenitud la Iglesia fundada por Cristo: la Iglesia Una, Santa Católica, Apostólica. La devoción a Nuestra Señora en su advocación de Fátima "reforma" el corazón de los fieles, y reafirma la unidad de todos con el Papa, sea quien sea. Jaume Catalán