Albert Rivera (miércoles por la mañana) está muy preocupado porque los hackers de Putin manipulen las elecciones catalanas. ¿Manipulen el qué? Los mensajes o el recuento. Si es lo segundo, me preocupo, si es lo primero insisto: si el misil es un mensaje responde con otro mensaje. Pero los políticos están para eso: para hacer preguntas tontas y responder en el mismo tono. Pero me preocupa más que, en esa materia de la comunicación, donde los periodistas somos los grandes especialistas (o deberíamos serlo) entremos en la misma milonga. Ejemplo, ahora resulta que Putin es el culpable de la división de la sociedad norteamericana tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, gracias al manejo de las redes sociales. Y las llamadas noticias falsas. La verdad es que, en materia de noticias falsas, El País puede darle lecciones al mismísimo Putin. Lo ha dicho David Alandete (en la imagen), director adjunto de El País, de RTVE, donde ha hecho propaganda de la gran exclusiva del diario de Cebrián sobre la labor de los hackers rusos. Por favor, menos milongas. Ahora bien, no me ha gustado que el ministro de exteriores de Putin, Serguei Lavrov, hable de histeria en Londres y en Madrid por sus problemas internos. Lavrov, bonito, no te pases. Hispanidad redaccion@hispanidad.com