No explicó bien Cataluña. Esa es la acusación que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y su mano derecha, María Pico, alias Caracoles, han lanzado contra el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo (que no Gómez de Lugo). Así que el titular de Educación ha pasado a un segundo plano en el desbarajuste catalán, mientras Soraya no ha desaprovechado ni la menor oportunidad para estar en el candelero y en el candelabro. De hecho, pretende recuperar la portavocía. El protagonismo ya lo ha retomado doña Soraya. Pero el cargo de portavoz resulta más complejo. Entre otras cosas porque depende de Mariano Rajoy y al presidente no le gustan los cambios: hacer cambios resulta agotador. Pero lo cierto, ¡ay dolor!, es que la estrella de Méndez de Vigo declina. Curioso porque es un hombre que no se moja ni en la ducha. Y quien no arriesga tampoco debería sufrir desgaste alguno. A lo mejor ha hecho enfadar a Caracoles. Hispanidad redaccion@hispanidad.com