Ada Colau siempre ha sido un tanto centrífuga. En su activa mente hay un montón de pensamientos en constante ebullición. Es cuando decide expresarlos en voz alta cuando nos deja sorprendidos.

Ahora, en plena oleada de ertes en las empresas españolas -y también catalanas- el gobierno municipal está maniobrando para empezar a cobrar la nueva tasa de residuos a partir de junio. Lo hará, insistimos, pese a que miles de vecinos de la ciudad han perdido sus empleos, verán cerrar sus negocios --hasta el 30% en los principales ejes, según las asociaciones-- o apenas habrán superado, y no todos, sus despidos temporales o ERTE, que los han tenido inactivos y con menos ingresos.

El gobierno municipal de BComú y PSC mantienen el calendario de cobro del nuevo gravamen, que supondrá un pago extra de entre 27 y 51 euros al año para 557.000 hogares de la Ciudad Condal. La carga fiscal extra, que pretende impulsar el reciclaje de residuos en la segunda mayor ciudad española, irá vinculada al recibo del agua a partir del próximo mes.

Por un lado, Colau aplica tasas y, por otro, ha subido el sueldo de los altos cargos y a sus asesores en plena pandemia del coronavirus, según informa Metrópoli Abierta.

El pleno de Consejo Municipal, en sesión del día 30 de abril de 2020, acordó incrementar un 2% por término medio las tablas retributivas municipales con respecto a las vigentes en 31 de diciembre de 2019, y con efecto desde el 1 de enero de 2020, según se desprende de la siguiente disposición general de la Gaseta Municipal.

Gaseta Municipal

Lo dicho, Ada, en tus decisiones eres oportuna y genial. Y hasta se le ocurren nuevas ideas que jamás pasan por las meninges de la izuquierda: por ejemplo, nuevos impuestos. del verbo imponer, como su mismo nombre indica.