Precisamente, el presidente bolivariano tenía hecho el recuento antes de que empezaran las elecciones.

Morales, que dice que no tener nada que esconder, ha denunciado que "está en proceso un golpe de estado", dirigido por la "derecha" opositora y que cuenta con apoyo internacional. El líder indígena ha decidido declarar el estado de emergencia "para defender la democracia que ha costado sangre recuperar. Hasta ahora hemos aguantado y soportado con paciencia para evitar violencia", sostuvo contundente a la vez que llamaba a sus bases a defender el voto.

La respuesta presidencial se produce cuando todavía no ha terminado el polémico recuento electoral (aunque insistimos que para el presidente el resultado está claro) y cuando continúan las protestas en distintas zonas del país, entre partidarios y detractores de Morales.

Con el 96,78% de las actas procesadas, Morales (46,49%) aventaja al candidato opositor Carlos Mesa (37,01%) en 9 puntos y medio, por lo que todavía necesita seguir creciendo para alcanzar la diferencia de 10% que exige la ley electoral y evitar así una segunda vuelta que se celebraría el próximo 15 de diciembre.