En Hispanidad recogemos los casos diarios de violencia de los pobres vulnerables: en Pozuelo de Alcorcón, con Carlos, a quien apedreaban sus okupas, en San Sebastián, con desalojo por una pelea que dejó dos heridos, en Cataluña, con un edificio en riesgo de derrumbe por los destrozos causados por los okupas. O en Madrid con amenazas de muerte a la propietaria o con una pelea entre okupas que acabó provocando un incendio en un edificio que terminó derrumbándose. Hasta que llegamos a la cota máxima apalizando a una embarazada, o a una madre y su hijo o, a un concejal en pleno tapiado en el desalojo. La última: los okupas que incendiaron la casa okupada pensando que el propietario les había cortado el suministro o ayer mismo con la agresión a dos periodistas por parte de los okupas de Badalona.

Hoy la violencia okupa nos lleva a Granada donde se ha repetido otro caso de okupa que incendia la vivienda. A las 02:00 horas de la madrugada se desata un incendio y los vecinos no saben qué ocurre, el edificio comienza arder y el fuego escala hasta la tercera planta. 

El olor y el humo hacen que una vecina se de cuenta de que el portal está en llamas, mientras el resto permanecen encerrados en casa sin escapatoria. Este ha sido el colofón después de meses de amenazas enviadas por una okupa que fue expulsada del bloque. 

Pepi es la vecina que descubre el fuego y que pudo alertar a las autoridades. Ya esta mañana han confirmado que el fuego fue intencionado por alguien que echó gasolina y papeles en el portal, para posteriormete prender fuego a todo. 

No hay testigos y los vecinos no pueden acusar a nadie, pero tienen sus sospechas por las amenazas que han recibido en sus buzones y el conflicto que existe entre una de las propietarias y su okupa a la que logró echar de la casa hace unas semanas, cambiando la cerradura: “No lo hemos visto, sospechamos, pero no lo sabemos… No podemos culpar a nadie… Nosotros lo que estamos es amenazados, nos han roto cuatro cerraduras, han prendido el portero automático, han echado gasolina por la raja de la puerta…”.

Uno de los vecinos cuenta a 'En Boca de Todos' el miedo que sintieron: “Es una ratonera, no tenemos salida nada más que por el portal. Gracias a Dios que no entró el humo”.

“Tenemos los contadores de la luz y han estado enganchados y han salido ardiendo. Ha venido Endesa y les han cortado la luz, se han vuelto a enganchar, se ha vuelto a quemar y esa casa está sin luz y sin nada… En mi buzón me dejaron una nota que ponía “Te vas a enterar”.