La persecución y violencia en todas sus formas contra mujeres cristianas en todo el mundo aumentó drásticamente en el último año, según un estudio publicado por Open Doors International, recogió Christian Post.

Las mujeres se utilizan a menudo como peones para apuntar a la comunidad cristiana. Los perseguidores suelen atacar a las hijas de los pastores para debilitar el núcleo de la comunidad de la Iglesia.

“Es un hecho bien documentado que la violación se puede utilizar como arma de guerra”, dice el informe. “Los cuerpos de las mujeres se convierten esencialmente en el segundo campo de batalla. La "captura" de mujeres en una comunidad demuestra a los hombres que no pudieron "protegerlas". Los perseguidores son vistos como 'dominantes'. En medio de usar a estas mujeres como peones, por supuesto, las mujeres reales son abusadas violentamente”.

Los cinco “puntos de presión” más comunes entre las mujeres de los 50 países principales en la Lista Mundial de Vigilancia por persecución religiosa son el matrimonio forzado, la violencia sexual, la violencia física, la violencia psicológica y el divorcio forzado. Cada categoría aumentó desde el estudio del año pasado.

El noventa por ciento de los 50 principales países donde los cristianos son más perseguidos informan que el matrimonio forzado es un punto de presión, y el 86% de los países denuncian violencia sexual.

Los informes de violencia psicológica entre las mujeres en estos países aumentaron del 40% al 74% del informe de 2020 al informe de 2021. Los matrimonios forzados aumentaron en un 16% y la violencia física aumentó en un 31%.

Los grupos extremistas en el Medio Oriente y África del Norte a menudo utilizan el tráfico como arma al obligar o seducir a los cristianos al matrimonio o la esclavitud sexual y las conversiones forzadas al islam. Y en Iberoamérica y el África subsahariana, los grupos criminales intensificaron especialmente la actividad delictiva contra los cristianos durante las vulnerabilidades de la pandemia de Covid-19 y los encierros.   

Los musulmanes utilizan muchas veces las leyes de Pakistán para acusar falsamente a los cristianos de blasfemia

Nos vamos ahora a Pakistán, donde un tribunal condenó a muerte a un cristiano, Sajjad Masih Gill, previamente condenados cadena perpetua tras haber sido declarado supuestamente culpable de difamar al profeta Mahoma, recoge Infocatólica de UCaNews.

Zeeshan Ahmed Awan, quien se encontraba entre los abogados acusadores en el tribunal, dijo que el tribunal había aceptado el argumento de la fiscalía de que la pena capital era la única sentencia posible por blasfemia.

Las leyes sobre blasfemia de Pakistán contemplan la muerte como el castigo máximo por «insultar» al profeta Mahoma. Pero los musulmanes las utilizan muchas veces para acusar falsamente a los cristianos de blasfemia, que se ven desprotegidos judicialmente ante tales acusaciones.

Por ejemplo, el mes pasado, el Tribunal Superior de Lahore suspendió una sesión sin escuchar la apelación de Shagufta Kausar y su esposo Shafqat Emmanuel, una pareja cristiana que se enfrenta a la pena de muerte durante los últimos siete años después de haber sido declarada culpable de «blasfemia».

Los perseguidos son la élite de la Iglesia y servirles no es un deber, sino un honor

Y se cumplen 10 años de la guerra de Siria que ha dejado devastado este país. En ese contexto, el dibujo de una niña cristiana de 11 años que muestra la tortura que sufrió su familia cuando los terroristas musulmanes ocuparon la ciudad de Alepo es un triste y cruel retrato de la violencia que sufren y sufrieron los cristianos perseguidos en ese país, recoge Aciprensa.

El dibujo fue presentado por la representante de la fundación pontificia Ayuda para la Iglesia Necesitada (ACN) ante la Unión Europea, Marcela Szymanski: “La artista está aquí, esta es su madre, su hermana y su hermano, ya muertos en el piso y con señales de tortura. [A su lado] tres terroristas de Al-Nusra [vinculado a Al Qaeda], vestidos de negro como es su costumbre. Hay instrumentos de tortura, incluido equipos para descargas eléctricas, armas, granadas, cuchillos”, describió.

Como señaló ACN, este es un testimonio real del martirio que sufrió la comunidad cristiana de Siria cuando varias provincias estaban bajo el control de grupos yihadistas. La representante de ACN señaló que en el dibujo se muestra a una familia que “sufre una persecución severa por causa de la fe”.

Szymanski indicó que “los terroristas querían llevarse a todos los hombres y niños” y “se esperaba que las mujeres renunciaran a su fe y se hicieran musulmanas”. “Solo sobrevivieron porque el ejército llegó a tiempo y los terroristas huyeron”, agregó.

Szymanski señaló que esta familia simboliza a los cristianos perseguidos y la importancia de la fuerza de la fe. “Esta familia fue generosa al compartir su experiencia con nosotros, porque creen firmemente que Dios estaba con ellos allí, de lo contrario ... habrían muerto”, añadió.

En este sentido, destacó que “los perseguidos son la élite de la Iglesia y servirles no es un deber, sino un honor”.