El gobierno sueco ha anunciado recientemente la paralización de su estrategia de digitalización en las escuelas.

Según Religión en Libertad, la decisión, motivada por la implacable y cruda realidad de los datos académicos, ha sido anunciada por la ministra de Educación Lotta Edholm solo seis meses después de haber aprobado un nuevo impulso a las tecnologías en las escuelas.  

Según el último informe PIRLS dedicado al análisis de la comprensión lectora en los alumnos -que en España no ha dejado unos datos preocupantes respecto al nivel de algunas comunidades- , Suecia ha empeorado un año más sus resultados con 544 puntos frente a los 555 que obtuvo en 2016. Pese a obtener un resultado muy superior a la media europea -de 528 puntos-, la ministra Edholm ha decidido atajar el descenso en las capacidades de los alumnos y dotar de 60 millones de euros en 2023 -más 45 en 2024 y 2025- para que los libros vuelvan a predominar en las aulas.

"Ninguna tablet podrá sustituir los libros". "En el futuro, el Gobierno quiere ver más libros de texto y menos tiempo de pantalla en la escuela", remarcó la ministra en base a su plan para recuperar la lectura en las escuelas, a expensas del tiempo pasado ante las pantallas. Su objetivo último, recuperar la política de "un libro por asignatura y alumno".

Religión en Libertad remarca que esta medida haya sido impulsada por el gobierno sueco es significativo, pues fue precisamente uno de los países pioneros en la digitalización masiva de los colegios comenzada hace unos 15 años a raíz de una recomendación del Consejo Europeo en 2008 que aconsejaba el aprendizaje electrónico.