Lord Sebastian Coe, máxima autoridad del atletismo mundial, recibe al ABC en el estadio Olímpico de Londres. A Coe le preguntan sobre la polémica de Trump demandado al Estado de California por permitir competir a las atletas trans en categorías femeninas. Coe sentencia que la postura de World Athletics "no ha cambiado. Es clarísima": "En atletismo no vamos a permitir que las atletas transgénero compitan en categoría femenina". 

El Presidente de la federación Internacional de Atletismo va a más y anuncia que: "Vamos a poner en marcha tests antes de los Mundiales de Tokio que confirmen que todas las mujeres que compitan allí sean biológicamente mujeres".

El mundo del deporte femenino es uno de los más afectados por las leyes trans que corren a lo largo y ancho del mundo. En Hispanidad hemos recogido innumerables casos en los que la categoría femenina se ve amenazada en múltiples disciplinas deportivas. Con la vuelta de Donald Trump, Estados Unidos tomaba la delantera y se posicionaba a favor de las mujeres, haciendo que la cordura se impusiera. 

En este cambio de rumbo lógico y cargado de cordura, la World Athletics, acordaba la introducción de una prueba genética obligatoria para poder participar en las categorías femeninas.

La decisión es reafirmada por el propio Coe y llega en un momento crucial para el deporte, puesto que hace unos meses se produjo el cambio en la presidencia del Comité OIímpico Internacional: su nueva presidenta, Kristy Coventry declaró la guerra a la inclusión de los trans en las categorías femeninas.