Decíamos ayer, que el objetivo a batir por el Sanchismo durante la legislatura que ahora comienza es la Iglesia, es decir, los católicos. Y la punta de lanza de sus adversarios son los que ahora se atreven a manifestarse ante las sedes socialistas, especialmente en la sede central socialista, ubicada en la madrileña de la calle Ferraz. Todos ellos peligrosos ultras violentos, naturalmente, algunos de los cuales rezan el Santo Rosario a la Virgen María en público, por la salvación de España.

Se ríen algunos socialistas de estas manifestaciones. Por ejemplo la delicada vicepresidenta de las Cortes de Castilla y León, Ana Sánchez Hernández, una mujer que, seguramente, ha sido educada en colegio de pago: doña Ana les ha exigido a los rezadores que “se vuelvan a la cueva” porque “nos van a dar agujetas de tanto reír”. Doña Ana se considera cristiana; una buena cristiana, estoy seguro.

Hacen mal los políticos socialistas que se ríen de quienes rezan el Santo Rosario en Ferraz porque es el rezo del Rosario lo que acabará con el Sanchismo cristófobo, al menos en la Tierra de María, no Alberto Núñez Feijóo

Otrosí: los que rezan el Rosario junto a la Iglesia del Inmaculado Corazón de María, vecina de la sede central del PSOE, en la calle Ferraz, no parecen ultras violentos que tiren de navaja o pistola. Repito: lo único que une al Sanchismo con todos sus socios de Gobierno, de suyo procedentes de zonas dispares, si algo une a los burgueses de Junts con los proletarios de ERC, a los señoritos del PNV con los filoetarras de Bildu y, sobre todo, si algo une a los socialistas del PSOE con los comunistas de Sumar-Podemos, eso es su odio a Cristo -Cristofobia- y a todo lo que huela a cristiano.

Si algo une al todos los grupos que apoyan al Sanchismo es su cristofobia y si algo puede provocar el renacimiento de España es la oración

En consecuencia, si lo que une al Sanchismo es su cristofobia, lo que puede provocar el renacimiento de España es la cristofilia.

Sin ir más lejos, el rezo del Santo Rosario, con coraje, con reciedumbre y sin vergüenza alguna.

Tiene mucho más valor un tradicionalista que reza el Rosario a pocos metros de los antidisturbios, que los cuatro majaderos que se dedican a insultar a esa policía que, dirigida por Marlaska, tampoco necesita mucho para empezar a gasear ancianos, algo que ya hizo. No tardará mucho el ministro del Interior en prohibir el rezo del Rosario en público.

rosario 2

Me gusta especialmente el Rosario de hombres, una iniciativa surgida en Polonia y que recuerda que todo el mundo puede rezar la oración mariana por antonomasia, sin distinción de sexo, naturalmente. Y me gusta porque siempre se ha dicho que era cosa de mujeres. Por ejemplo, de doña Ana Sánchez que se confiesa católica, miren por dónde. Pues mire; ahí tiene a hombres de rodillas, rezando a la madre de Dios, sin el menor rubor.

No parecen muy violentos, la verdad, pero serán los que tumben a esa lepra que le ha salido a España, llamada Pedro Sánchez. A fin de cuentas, la oración es omnipotente.