Tras varios años como portavoz del PP, Cuca Gamarra está aprendiendo algo. Por ejemplo, ha aprendido el significado de la palabra impunidad y es, ahora mismo, el concepto que más repite. Es decir, se ha percatado de que Pedro Sánchez, como buen ególatra, busca ante todo eso: impunidad para sus actos.

El problema de Gamarra, y de todo el PP, es que, una vez que ellos mismo han renunciado a sus principios cristianos, carecen de alternativa a la impunidad woke del Sanchismo, a la deificación de la democracia y a la aceptación de contravalores que atentan contra la esencia cristiana de España.

El nuevo gobierno socio-comunista pretende exportar la economía sanchista a Europa. Es decir: economía subvencionada, deuda impagable, impuestos altos, productividad mínima y paro endémico. Ya saben: el liderazgo europeo de Sánchez

El actual discurso del PP de Núñez Feijóo sólo es un "anti-Sánchez". Critica la amnistía como una desigualdad ante la ley, con un Puigdemont como beneficiario. Y es cierto, el problema es que sólo critica, generalmente de forma acertada, pero nunca propone una alternativa, que no puede ser otra que la alternativa cristiana. Por ejemplo, Sánchez predica la igualdad, aunque luego la rompa para obtener siete votos, pero el PP no opone la libertad a esa igualdad. La libertad de los hijos de Dios, quede claro. Por eso, Sánchez provoca admiración o cabreo, mientras que Feijóo sólo provoca aburrimiento.

Ahora bien, hoy se inicia la sesión de investidura de Pedro Sánchez 'el profanador'... de tumbas, de instituciones y de libertades y todo el que se oponga a él es un ultra perseguible. Iniciará la sesión con un discurso a lo Fidel Castro, según moda que ha marcado el todavía presidente en funciones. Discurso de autoalabanza por los cinco años de triunfos de su Gobierno socio-comunista, no lo duden. El primer objetivo a batir será la Iglesia, sin citarla, claro está, aunque cabe alguna alusión a la estafa-calumnia del socialista Ángel Gabilondo sobre pederastia clerical.

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El segundo objetivo es el Rey. ¿Qué me dice? ¿Por qué, si la monarquía también está en crisis? Sí pero la monarquía es el garante de la unidad de España y la unidad de España es un bien moral.

Ocurre como con la Iglesia. La Iglesia está en crisis, los obispos están en crisis y muchos fieles católicos estamos en crisis... pero Cristo no está en crisis.

Sin entrar en teologías, insisto: ¿qué es lo único que une a fuerzas tan dispares como los socialistas del PSOE, los comunistas de Sumar, más los cinco orcos de Mordor: ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG? Acertaron: su cristofobia. Todos ellos son ideología de género, Nuevo Orden Mundial (NOM) en estado puro. Por tanto, esta va a ser la legislatura donde la prioridad consista en asfixiar a la Iglesia como institución y con ello desprestigiar a la jerarquía ante los fieles y convertir al católico en pieza de escándalo. Ya no será la ideología el principal objetivo a batir por el Sánchez sino la Eucaristía, ahora entramos dentro de la fortaleza enemiga y la saqueamos. Llegan tiempos de persecución abierta coonta los católicos -sí,de la mano de Sánchez- y mucho me temo que con la colaboración de algunos jerarcas eclesiales y de bastantes católicos "moderaditos", como les llama el historiador Javier Paredes

La movilización popular contra el Sanchismo sí molesta al presidente del Gobierno, que se distingue por su narcisismo. Lo que busca don Pedro es un español conformista, escéptico y más aborregado que cabreado

Otro objetivo es esa III República, aunque Felipe VI se mantenga como el Rey 'Callao'. porque lo que importa es la institución monárquica, aunque sea ejercida por un monarca cobardón, incapaz de poner orden ni en su propia casa. Perdió su última oportunidad de decir basta cuando nominó a Pedro Sánchez para la investidura que hoy comienza. Además, el principal deber el Felipe VI es mantener la unidad territorial de España... que es un bien moral. ¿Lo está haciendo? Entonces, ¿para qué sirve un Rey 'callao'? Aún así, Sánchez pretende destruirle. 

¿Y la salida, que no solución, al desastre económico del Sanchismo... que ya no se puede ocultar más? Sencillo: mutualizar la economía europea, no desde el esfuerzo y el mérito, no desde la prosperidad sino buscando el reparto de la miseria. El proceso de mutualización ya ha empezado por la deuda pública, algo muy conveniente para España, que ha vivido de la deuda pública derrochona de Pedro Sánchez desde hace cinco años. La mutualización es la respuesta de Sánchez. Creará una Europa de vagos, pero eso a Sánchez no le importa. Es más, le conviene.

De hecho, el nuevo gobierno socio-comunista pretende exportar la economía sanchista a Europa. Es decir, una economía subvencionada, con una deuda impagable que acabe por resultar fallida. Con impuestos altos para pagar esa deuda, con una productividad permanentemente en mínimos, con un elevado nivel de paro y una constante reducción del nivel de vida.

¿Es posible ese panorama? Sí, porque, no nos engañemos, los principios del Sanchismo, de suyo liberticidas, no sólo anidan en España: se están expandiendo por Europa.

Eso sí, la movilización popular contra el Sanchismo sí que molesta al presidente del Gobierno, que se distingue por su narcisismo. Hay que insistir en ella y cada día será más peligrosa. Lo que busca don Pedro es un español conformista, escéptico, y más aborregado que cabreado. ¿Qué no le importa que le abucheen? A un ególatra siempre le molesta que le abucheen.

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En cualquier caso, no lo duden. el primer objetivo de Sánchez para la triste legislatura que ahora comienza, es la Iglesia.