Imagínense: el señor cura de San Sebastián de los Reyes, Javier Cervera, introduce cuestiones morales en una homilía: ¡adónde vamos a llegar!
No se pierdan esta noticia del Diario de San Sebastián de los Reyes, provincia de Madrid. Resulta que el párroco dio una homilía donde, además de denunciar que la pandemia sirvió para que el poder entorpeciera la ayuda espiritual a los enfermos y para cerrar el culto (me temo que con la colaboración pasiva de algunos obispos), criticó las leyes de aborto y eutanasia.
Naturalmente, detrás está Podemos, que ha decidido fiscalizar las homilía de los curas, porque es sabido que los socios de Sánchez acuden a misa diariamente. Pero lo gracioso es que el cronista acusa al sacerdote de meter "en su discurso varias cuestiones morales".
En Albacete, fue el PSOE quien amenaza a un sacerdote que habló en defensa del no nacido
Esto recuerda aquel episodio que narra Clive Lewis, quien yendo en un autobús en Londres, el vehículo pasó delante de una iglesia donde se mostraba un nacimiento, espectáculo ante el que su vecino de asiento exclamó:
-¡Estos católicos, hasta la Navidad la convierten en religión!
Imagínense: el señor cura de San Sebastián de los Reyes, Javier Cervera, introduce cuestiones morales en una homilía: ¡adónde vamos a llegar!
Y luego la amenaza: estaremos vigilantes, Como se le ocurra repetir...
Ojo al dato: ahora se persigue a los curas porque en sus homilías relatan cuestiones "morales". ¡Qué escándalo!
La crónica resultaría ridícula si no fuera preocupante y harto ilustrativa. Señores: los progres empiezan a vigilar las homilías. Como en Albacete, donde a un cura se le ocurrió comparar el aborto con el nazismo -mal hecho, las víctimas del aborto son muy superiores a las de los nazis- y esta vez, no han sido los podemitas, sino los socialistas, quienes le han advertido. Un ultra, sin duda. Y esta línea es importante: recuerden, el católico es un ultra. A partir de ahí...
Uno diría que el problema de la Iglesia actual no consiste en que hable demasiado sino en que calla demasiado. Y uno también diría que el cristiano que hoy no esté dispuesto al martirio mejor que pida la baja. ¿Y la jerarquía? El primer deber de la jerarquía actual será dar ejemplo de martirio, también del elegante martirio del ninguneo social por recordar al catecismo, y, al mismo tiempo, proteger a sus sacerdotes cuando les atacan por predicar a Cristo... o cuestiones morales, que todo es posible.
Ojo al dato: llegan tiempos de persecución activa.