
Vinicius Jr y Kylian Mbappé son los últimos ejemplos de futbolistas que cobran protagonismo por sus declaraciones más que por su juego. Vinicius sigue empeñado en que España es racista, cosa que no le impide cobrar su buen salario de un club de dicho país, porque él es un hombre de principios.
Recuerden que ya pidió que el Mundial no se celebrase en España, para castigar nuestro racismo. Eso sí, al de Catar, país democrático, nada racista y que lucha por los derechos de las mujeres, fue sin ningún tipo de problema. Todo esto con Florentino calladito.
Dos grandes futbolistas, quién lo duda, pero no dos grandes deportistas. El brasileño Vinicius se ha forjado en la cantera del Real Madrid. Sin embargo, no duda en montar unos numeritos de estrellita tonta y pedante. Tonta porque monta numeritos, pedante porque encima eleva sus numeritos a reivindicación, en nombre de la lucha contra el racismo.
En su documental en la progre Netflix, se hace ver que los cánticos de la afición en Mestalla eran "mono, mono", cuando en realidad se decía "tonto, tonto".
Y al Valencia se le han hinchado las narices y con razón. Así, el club ha exigido por escrito una rectificación inmediata a la productora del documental, emitiendo un comunicado a través de sus redes sociales pidiendo respeto al valencianismo y reservándose las acciones judiciales que en derecho le asistan.
"Ante la injusticia y falsedades cometidas con la afición del Valencia CF, desde el Club hemos exigido por escrito una rectificación inmediata a la productora del documental por lo ocurrido en Mestalla y que no se corresponde con la realidad. La verdad y el respeto a nuestra afición deben prevalecer. El Valencia CF se reserva las acciones judiciales que en derecho le asistan #RESPECT".
🦇 Ante la injusticia y falsedades cometidas con la afición del Valencia CF, desde el Club hemos exigido por escrito una rectificación inmediata a la productora del documental por lo ocurrido en Mestalla y que no se corresponde con la realidad. La verdad y el respeto a nuestra… https://t.co/3Xy66YnL3b
— Valencia CF (@valenciacf) May 19, 2025
El documental también ha molestado a sindicatos de la Policía Nacional que han criticado la grabación ya que, a juicio de los agentes, una de las personas cercanas al futbolista insinúa racismo entre los agentes a la salida de un concierto en Madrid.
JUPOL, el sindicato mayoritario de la Policía Nacional, ha emitido un comunicado en el que muestra un "firme rechazo a las insinuaciones de racismo lanzadas en el documental recientemente estrenado en Netflix sobre el jugador del Real Madrid, Vinicius Jr., en el que se pone en duda la profesionalidad y neutralidad de los agentes de la Policía Nacional".
Además, desde el sindicato policial exigen "respeto hacia los agentes de la Policía Nacional y hacia su labor, y pedimos responsabilidad a los medios de comunicación y a las plataformas audiovisuales a la hora de tratar cuestiones tan sensibles como el racismo".
Entre todo este jaleo, se suma uno más, la declaración de Vinicius sobre el muñeco con su número que apareció colgado en un puente a pocas horas del derbi del Madrid contra el Atlético. Los protagonistas se juegan cuatro años de cárcel, y el futbolista declaró ayer:
"Fue un día muy triste para mí porque he despertado por la mañana y vi que había colgado un muñeco con mi camiseta…Me ha afectado en todo. Era un partido importante contra el Atlético, yo estaba muy tranquilo para jugar y cuando me despierto y veo un muñeco colgado con mi nombre no sabía si yo estaba en peligro y mi familia también”, empezaba el jugador del Real Madrid recordando aquella mañana.
En su testimonio, de nuevo, culpa al racismo: “Por racismo y por odio contra mi persona y sobre todo con el Real Madrid…Fue por mi color de piel y por odio hacia mi persona…Sobre todo cuando voy a jugar al Metropolitano, me pasa muchas veces".
E insistimos, hace unos años, en el fútbol que muchos recordamos, si un jugador era portada por algo que no fueran resultados deportivos, era en la mayoría de los casos por alguna fiesta fuera de lugar, el club le llamaba al orden para ser más discreto y a otra cosa. Ahora son agentes políticos, y Florentino, calladito.
Pérez es, ante todo un superviviente, le importa poco: muestra de ello los 14 entrenadores que acumula en sus 22 años al frente del equipo: en unas cuentas rápidas nos da como resultado que a Florentino le duran los entrenadores un año y medio aproximadamente, porque ante los escándalos, silencio, y ante las derrotas, cambio de entrenador, nunca de capitán.
Y ojo, el Sevilla permitió hace unas semanas un tifo satánico, y aquí no pasa nada: no me van a comprar la Blasfemia con los sentimientos de Vinicius, que en lugar de tonto, entiende mono.