Glenique Frank, de 54 años, de Northamptonshire, se inscribió en la categoría femenina en la carrera popular de Londres
El mundo del deporte femenino es uno de los más afectados con las leyes trans que corren a lo largo y ancho del mundo. Ahora un nuevo caso llega a Reino Unido. Glenique Frank, de 54 años, de Northamptonshire, se inscribió en la categoría femenina en la carrera popular de Londres.
Frank cruzó la línea con un tiempo de 4 horas 11 minutos y 28 segundos. Su participación como mujer en un principio pasó desapercibida. La polémica saltó cuando las fotos publicadas por Frank corrieron por la red, la primera en denunciarlo fue la olímpica Mara Yamauchi que afirmó que la participación de Frank era “incorrecta e injusta". "Los hombres en la categoría [femeninas] son INJUSTOS para las mujeres".
En un principio, Frank se defendió de las críticas, asegurando que él-ella no había quitado ninguna medalla a nadie y que la carrera era para todo el mundo. Pero Yamauchi respondió reprochándo a Frank que cerca de 14.000 quedaron en peores puestos que ella: "Al final, 'solo' 13.983 mujeres sufrieron una peor posición de acabado. ... los resultados de muchas mujeres no se vieron afectados, pero aún así sufrieron una competencia desleal", continuó su hilo de tuits. "Todas estas mujeres son corredoras excepcionales".
Muchas personas apoyaron a Yamauchi. Es más, algunas señalaron que las carreras de élite en la Maratón de Londres están sujetas a las reglas del Mundial de Atletismo, que excluyen a las mujeres transgénero de la competencia femenina de élite si han pasado por la pubertad masculina. Sin embargo, no queda claro que este evento masivo esté sujeto a esas reglas.
Aunque sí hay otras reglas que Frank debía cumplir y no lo hizo. Cuando se dio cuenta, pidió disculpas, su entrenadora aseguró que Frank tiene miedo porque se arriesga a perder “sus medallas e incluso a ser expulsada de futuras carreras". "Esto es muy serio para mi futura carrera deportiva", escribió Frank. Asegura que se ve a sí misma como mujer, pero reconoció que no había "leído las reglas para el atletismo del Reino Unido con respecto a los atletas transgénero como yo que entraban en el evento femenino”.
"Necesitaba haber tomado bloqueadores T para reducir mis niveles de testosterona y luego hacerme un análisis de sangre para demostrar que los niveles estaban por debajo del nivel requerido", agregó.
"Así que podrían prohibirme participar en cualquier evento futuro y ser descalificado y devolver mi lugar de los últimos maratones".