En San Sebastián, en la cima del monte Urgull, totalmente visible desde la playa de la Concha pues está a uno de sus lados, puede contemplarse desde el año 1950 una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que mide 12,5 metros de altura.

El coste de la imagen fue asumido, en su época, mayoritariamente por donaciones de miles de vecinos donostiarras. 

La Sociedad de Ciencias Aranzadi estableció recientemente que la primera propuesta de construcción de esta imagen del Sagrado Corazón en San Sebastián data de 1926-1929

Ahora mismo, en San Sebastián, gobierna el PNV, representado por su alcalde Eneko Goia, elegido ininterrumpidamente desde el año 2015 (fue reelegido por tercera vez en mayo de 2023). El PNV ostenta en la actualidad 9 concejales. 

Pero en el ayuntamiento de San Sebastián también hay 8 concejales de EH Bildu, 5 del PSOE, 3 del PP y dos de Elkarrekin Podemos. 

Pues bien: los 8 concejales de EH Bildu y los 2 de Elkarrekin Podemos propusieron, en el denominado Consejo de Memoria Histórica del consistorio, incluir el monumento como "contrario a la memoria democrática", por lo que piden "que no se haga ningún acto de conmemoración del 75 aniversario de su construcción, que se cumple este año, y no se realice ningún trabajo de remozamiento ni reparación de la escultura".

Como explica el portal 'Peticiones Católicas' en su web, el grupo de trabajo del Consejo de Memoria Histórica dictaminó que el Sagrado Corazón de Urgull «cumple todos los atributos y condiciones para ser considerado un símbolo de exaltación del régimen franquista y su ideología nacional-católica, claramente contrario a la memoria histórica y democrática», por lo que propuso al Ayuntamiento que solicite a la Administración (General del Estado) la inclusión de la escultura «en el catálogo de los símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática» de acuerdo con lo establecido en los artículos 35, 36 y 37 de la Ley 20/2022. de 19 de octubre, de Memoria Democrática, y de los artículos 30 y 31 de la Ley 9/2023, de 28 de septiembre, de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi".

Lo cual podría acarrear su retirada del lugar que ocupa en la actualidad. 

Cabe recordar que EH Bildu es un partido de origen marxista y por tanto laicista, es decir, beligerante contra la religión, especialmente la católica. Y lo mismo puede decirse del partido ultraizquierdista Elkarrekin Podemos.

Ahora, está por ver si van a conseguir su propósito. Porque, por ejemplo, el alcalde Eneko Goia ya se ha manifestado en contra de eliminar la imagen, al grito de «está muy bien donde está» y esgrimiendo que la idea para la construcción del Sagrado Corazón es «anterior a la Guerra Civil». «(El monumento) forma parte del 'skyline' de la ciudad, está perfectamente integrado en la misma y hay ciudadanos muy diversos que dan una diversa interpretación a ese símbolo». «Cada uno valorará lo que es más importante en cada momento en la ciudad y, la verdad, me parece que plantear esto da muestra de las inquietudes intelectuales de algunos». 

Por su parte, ayer 4 de junio, el obispo de San Sebastián, monseñor Fernando Prado Ayuso, hacía pública una carta en la que recuerda que la idea de levantar la imagen "no surgió en 1950, ni tampoco se diseñó con fines ideológicos en tiempos de la dictadura". «Su origen se remonta en torno al año 1926 con ocasión de la difusión que en Guipúzcoa tuvo la entronización del Corazón de Jesús en las familias y en los pueblos, impulsada tras la encíclica Quas primas del papa Pío XI sobre la realeza social de Cristo (1925)». 

«Resulta chocante –cuando no doloroso para muchos ciudadanos, creyentes y no creyentes– que hoy se pretenda presentar el monumento al Sagrado Corazón como un 'símbolo franquista' e 'instrumento de exaltación dictatorial', cuando la imagen del Sagrado Corazón habla más bien de amor y de paz» y supone «un símbolo amable que ha convivido con las heridas de la guerra y con todo el sufrimiento vivido en Euskadi en general y en Guipúzcoa y San Sebastián en particular, años después, ya en democracia, debido al terrorismo», señala el prelado donostiarra. «Por todo ello invito a los donostiarras, sin excepción, a valorar este monumento como un verdadero símbolo vivo de esperanza». 

Por otra parte, el portal 'Peticiones Católicas' acaba de iniciar una campaña de firmas para impedir que se elimine una estatua “tan querida por todos los españoles”, que se puede firmar aquí