Decíamos en Hispanidad que, pese a que la okupación es un bulo, los casos de esta práctica se han visto incrementados en un 7,4% en 2024. Cataluña sigue liderando el ranking con 7.009 denuncias, representando el 42% del total nacional, con un aumento del 12% respecto al año anterior. Y como muestra del problema que vive Cataluña, conocemos un caso que llega desde Girona. 

Durante tres años el apartamento en cuestión había sido okupado por un familia, hasta que el pasado jueves se ejecutó la orden de desalojo emitida el 27 de noviembre, hasta aquí todo dentro de la normalidad y teniendo en cuenta la protección con la que cuentan los okupas por parte del Gobierno. Lo escandaloso llega cuando, tres días despues del desalojo, los okupas fueron encontrados nuevamente en el apartamento.

El lunes por la tarde, los Mossos d'Esquadra tuvieron que personarse ante las nuevas denuncias de los vecinos. Al parecer, uno de los miembros de la familia okupa había entrado en el apartamento durante el fin de semana forzando la ventana trasera y rompiendo la puerta, la cual era un diseño para evitar las okupaciones. 

Los vecinos dieron la voz de alarma al notar movimientos sospechosos, y gracias a ellos se les pudo desalojar con rapidez. La legislación catalana permite a los Mossos d’Esquadra llevar a cabo desalojos “en caliente”, es decir, cuando la ocupación se detecta rápidamente y se actúa en las primeras horas.