El obispo de Alicante, José Ignacio Munilla, no sólo enseña al que no sabe sino que se solidariza con quien defiende a Cristo con el espíritu de los huevos con chorizo
Las misas blancas han llegado a España de la mano del obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla. Así, el pasado domingo 12 de junio se celebraba en la Concatedral de Alicante. Estas misas consisten en una celebración especial para los profesionales de la salud, donde asisten vestidos con su bata blanca y se renueva el juramento hipocrático
En el siguiente vídeo pueden ver la homilía de Monseñor Munilla donde lo explica.
"El mundo sanitario se ha convertido en un campo de batalla entre la cultura de la vida y la cultura de la muerte", comienza Monseñor Munilla, "En el mundo sanitario hay trincheras, donde se libra una batalla con dos contendientes, que están en situaciones muy distintas, por una parte, están las conveniencias personales, y por otra, el derecho a la vida del ser humano más inocente".
Esta misa es el primero de varios actos por la vida que se van a ir convocando, tal y como ha anunciado Munilla. Pero el primero debía ser una misa, "¿y por qué una misa?", para el obispo de Orihuela, "la eucaristía es el sacramento que hace presente a Cristo de una manera más fuerte", y vivimos un momento en el que "necesitamos de Jesucristo para entender la dignidad del hombre", puesto que vivimos "en un eclipse de la razón, un oscurecimiento del sentido común".
Así, Monseñor Munilla alza la voz en contra de la nueva ley del aborto del Gobierno, puesto que lo que habita en el seno materno "es un ser humano", y advierte que en juego está el juramento hipocrático que data del siglo II en el que se obliga a no dar muerte, ni abortivos a las mujeres. Munilla hace un llamamiento a los sanitarios, puesto que la nueva ley no respeta la objeción de conciencia, "el cuerpo sanitario está obligado a ser cómplice"
"Hemos pasado del derecho a la obligacion", asegura Munilla, aunque cree que esto es un "pecado de época", "aquel en el que el conjunto de la sociedad sufre una ceguera y no es capaz de ver el pecado", como cuando la humanidad asumió como normal la esclavitud o durante el romanticismo, donde los conflictos de honor se resolvian mediante un duelo.
Estamos tan ciegos que el Obispo hace referencia a noticias y titulares en los que se mostraba con preocupación que Alicante fuera una de las provincias en la que más médicos se habían mostrado objetores: a su juicio, "hemos pasado del relativismo a la dictadura del relativismo", y esto nos conduce del "supuesto derecho a matar, a la obligación de colaborar". Algo en lo que no podemos caer, ya que "hay que obedecer a Dios antes que a los hombres". "Misa blanca también es una referencia a que nuestra conciencia debe ser un santuario, en el que se juega la dignidad del hombre", continúa Munilla, nuestra conciencia "debe ser lugar de luz, no de tinieblas", y llama a la "insumisión ante leyes inicuas".
"El mayor milagro es la vida", estamos ante algo grande, y por ello anima a ser constantes, "las grandes batallas, la batalla por la vida, requiere perseverancia, oración y ayuno".