Hoy 9 de noviembre Madrid festeja a su patrona la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de La Almudena que, por cierto cuenta con un precioso himno de dos estrofas y un estribillo- Lo primero, escucharlo: hoy es el día adecuado. 

Luego la actualidad: el Gobierno Sánchez siente más temor ante Isabel Díaz Ayuso que ante Alberto Núñez Feijóo. Ha lanzado a toda su Brunete mediática contra la presidenta de la Comunidad de Madrid sin darse cuenta de que probablemente no estén haciendo otra cosa que mejorar su imagen y sembrar simpatía hacia la víctima. La propaganda política siempre olvida que un ataque, incluso demoledor, puede ser aplaudido, pero la obsesión sólo provoca simpatía con el agraviado.

Y conste que la campaña de la izquierda no está mal trenzada. Ha elegido como campo de batalla la sanidad -pública, por supuesto, la sanidad privada no cura- y el médico es un sujeto tan odiado como necesario en una sociedad como la actual, en la que el valor más perseguido es la supervivencia.

Aún así resulta tan ridículo ver a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en plan 'hooligan' apoyando a los sanitarios en huelga de Madrid... es algo que enternece este viejo corazón. Insisto en la bipolaridad de la imagen sanitaria: entre el pueblo llano casi todo son críticas al funcionamiento de la sanidad pública pero, al mismo tiempo, la tal sanidad estatal es a la que acudimos cuando nos sentimos mal, nuestra presunta tabla de salvación por nuestro miedo a morir, así que es enaltecida en publico y los políticos más demagogos tratan de ponerse al frente de la manifestación de los aplausos a los sanitarios ¡hasta la mismísima ministra de Sanidad! E insisto: el problema de médicos y enfermeras actualmente no son sus condiciones laborales, es que han olvidado el juramento hipocrático. El problema no es de política sanitaria, el problema es de los sanitarios.

La campaña de la izquierda contra Ayuso es tan obsesiva que corre el riesgo de que la mayoría sienta simpatía con la víctima

Ayuso, insisto, no es una política cristiana. Su defensa del aborto resulta repugnante. Pero son los socialistas los que le convierten en chica simpática con tanto ataque absurdo. Ella se crece ante el castigo y se prepara para la batalla de Madrid, próximo mes de mayo, donde apunta a la mayoría absoluta. Si lo consigue, todo el intento de la izquierda de abofetear a Feijóo en el rostro de Ayuso se volverá contra la izquierda. Si no lo consigue... entonces el PSOE podría repetir en el poder por otros cuatro años. Pero está claro que si Sánchez pierde Madrid es posible que pierda España. La Batalla de Madrid será decisiva.

En el entretanto, hoy celebramos Nuestra Señora de la Almudena y es hora de recordar que Madrid resiste: aún hoy, sigue siendo la ciudad más acogedora de España