Conste que no me cae simpática Isabel Díaz Ayuso. O mejor: lo único que me cae es simpática. Pero esta señora debería aclarar un poco más su filosofía, que es la filosofía lo que distingue a los políticos, incluyendo aquéllos que ni saben qué cosa es la filosofía. Y así, Ayuso lucha por las libertades individuales pero defiende el aborto... ¡Venga ya doña Isabel, que no cuela!

Ahora bien, dicho esto, en un escenario político de cobardía progresista, tanto en la izquierda progre como en la progre-derecha, representada por el PP, una mujer valiente como Ayuso refresca el panorama... además de constituir la clave de su éxito.

La especialidad del socio-podemismo es reescribir la historia: Sanchez y Darias venden como un éxito que España fuera, durante la pandemia, el país con más muertos por habitante

Ayer, en los encuentros de La Razón, Isabel Díaz Ayuso demostró que no tiene pocas ideas pero sí que son buenas ideas y cree en ellas y demostró, sobre todo, que no tiene miedo a decirlas en público: no quiero ir a La Moncloa sino que Sánchez salga de La Moncloa. En efecto, refuta mejor que expone, pero es que refuta tan bien las memeces monclovitas...

Así que la obsesión actual de Moncloa contra esta mujer es patológica. Ejemplo: Ayuso ha tenido una buena idea: que los ambulatorios se conviertan en centros de urgencia, más próximos al ciudadano y para descongestionar los atestados servicios de urgencia hospitalarios. Pues bien, la izquierda sanitaria le ha montado un pollo bloqueando esa idea, con una huelga que paraliza los centros de salud... para protestar contra la paralización de los centros de salud y, mayormente, para que Ayuso pierda las elecciones en Madrid. Los socialistas son así... y el 90% de los tertulianos de radio y TV también.

Hasta aquí lo habitual. Lo que no es habitual, ni de lejos, es que Carolina Darias, ministra de Sanidad, apoye la huelga de los sanitarios contra Ayuso. Por cierto, hay protestas sanitarias en otras comunidades, incluso donde Gobierna o cogobierna el PSOE, como en Santander, o sus aliados, como Cataluña, pero la única a la que se refiere Darias es a la huelga en Madrid.

Al fondo, la deshumanización de la medicina, que ha olvidado el juramento hipocrático.. Y de eso, no tiene culpa Sánchez sino la actual generación de médicos y enfermeras

Así, la obsesión de los socialistas contra Ayuso ha adquirido tintes de sainete, hasta llegar -hay que insistir en ello- al absurdo de que una ministra de Sanidad, ¡en defensa de lo público!, se sume a una huelga... que también se desarrolla en otras comunidades, incluso suyas o semi-suyas.

Cuidado con esto: la especialidad del socio-podemismo es reescribir la historia. Ejemplo: Sanchez y Darias venden como un éxito que España fuera, durante la pandemia, el país con más muertos por habitante. Recuerden lo que hizo, hicimos, la sanidad pública cuando la pandemia. Pues, con todo respeto, la sanidad pública fracasó en España. Insisto: el país con más muertos por habitante, junto a Italia, durante el coronavirus

Al fondo det todo el conflicto, la deshumanización de la medicina, que ha olvidado el juramento hipocrático, que se compone de tres elementos: la defensa de la vida humana, la defensa de la dignidad del paciente y la idea del servicio a los pacientes, motor de la profesión médica. Hoy los sindicatos sanitarios sólo se dedican a defender la única idea de los sindicatos de clase: trabajar menos y cobrar mas.

Y de eso, no tiene culpa Sánchez sino la actual generación de médicos y enfermeras. Háganselo mirar.