Más de 1.200 inmigrantes ilegales están acogidos desde hace unos meses en el barrio de Carabanchel Alto, en Madrid. Según Ok diario, se alojan en una amplia sección de la base militar fuertemente custodiada por un gran portón de metal y varias cámaras de vigilancia que apuntan a la calle Duquesa de Tamames. Publica el mismo medio que, por contra, estos ilegales que se pasean a placer por las calles de Madrid. «¡Viva Pedro Sánchez!», gritan varios de ellos en agradecimiento al presidente del Gobierno por haberles alojado en España.

Mientras, los vecinos reconocen que tienen miedo de que aumente la conflictividad y la delincuencia en la zona debido a la presencia de estos ilegales. «Siempre con la inmigración ilegal viene la delincuencia». 

Y es que, como venimos repitiendo en Hispanidad, no se trata de acoger y darles comida sino de integrarles en la sociedad española. Pues bien, cada país debe especializarse en acoger a aquellos inmigrantes que ya poseen los dos requisitos clave para integrarse: la misma religión y el mismo idioma. Y al que no los posea, hay que poner a su disposición, la posibilidad de aprenderlo. No tengo claro si el Gobierno Sanchez está capacitado para formar en la fe cristiana -religión mayoritaria en España- al emigrante, pero puede enseñarles el idioma español. Esto quiere decir que España debe especializarse en la acogida a los habitantes de Hispanoamérica.

Al inmigrante hay que recibirle con los brazos abiertos y, al mismo tiempo, exigir que respete las costumbres del país que le acoge. Las costumbres y a los habitantes, especialmente a las españolas.

Porque, ¿qué está haciendo el Gobierno Sánchez y sus ministros responsables, los vergonzantes Fernando Grande-Marlaska y José Luis Escrivá? Sencillito: dispersar a los miles de inmigrantes que llegan en patera por las ciudades españolas y allá se las apañen... y se las apañen, ellos y los vecinos.

Y así surgen preguntas como las de la alcaldesa de Alcalá de Henares ante la llegada de inmigrantes a un cuartel de la localidad. Entonces decía: "No saben decirnos cuánto tiempo van a permanecer estos inmigrantes en Alcalá y hasta cuándo va a estar el campamento en el acuartelamiento. Nos dicen que es posible que hasta marzo, pero no nos aseguran de que esa fecha sea definitiva. Por tanto, le preguntamos: ¿puede tratarse de un CIE encubierto en nuestra ciudad? ¿Habrá un momento de finalización de la llegada de inmigrantes? También siguen sin explicarnos cuáles son los criterios de reparto, por qué más de mil llegan a Alcalá. Y al final nos dieron la razón en una cosa: efectivamente, tienen un plan de seguridad y lo hemos solicitado, pero no nos lo han trasladado y nos piden coordinación aun así"

Y es que, cuando los migrantes llegan a Canarias... lo que está haciendo el Gobierno es trasladar a los afrodescendientes desde el archipiélago a la península y luego dejarles en las calles de Madrid, donde somos muchos y se nota menos unos cuantos miles más. ¿Qué pueden hacer los abandonados? Robar, para subsistir.