El seminarista Na'aman Danlami fue quemado vivo en Nigeria por unos bandidos
Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Nigeria, donde han sido capturados los presuntos asesinos de Stephen Na'aman el seminarista quemado vivo en el ataque del 7 de septiembre a la parroquia de San Rafael en Fadan Kamantan, en el estado de Kaduna, en el norte del país, informa Fides.
Los ocho sospechosos fueron detenidos por el Grupo Especial Militar de la Operación Safe Haven (OPSH). Un portavoz del grupo operativo, el capitán James Oya, ha declarado que los detenidos son sospechosos no sólo del asalto a la parroquia católica y la muerte del seminarista, sino también de la muerte de Dorathy Jonathan, asesinada el 1 de septiembre en la aldea de Afana, en Zango Kataf, que se había resistido a un intento de violación.
Los bandidos habían atacado la parroquia para secuestrar a los dos sacerdotes que trabajaban en ella. Al no conseguirlo, habían provocado el incendio en el que murió el joven seminarista. Según el portavoz militar, "la rápida respuesta de nuestras tropas salvó al reverendo P. Emmanuel Okolo y a Noah Monday, el párroco y su ayudante" del intento de secuestro.
“En total, tenemos bajo custodia a ocho sospechosos que han sido detenidos por cometer los delitos mencionados y por explotar una fábrica de producción de armas en la zona”, ha declarado el capitán.
El asunto se vio salpicado por algunos grupos fundamentalistas hinduístas que pidieron el cierre de la escuela
Nos vamos a la India, donde en la diócesis de Sagar, una escuela católica regida por monjas fue blanco de ataques simplemente porque desapareció una imagen de Ganesh de un cartel publicitario, recoge Asia News.
Siguiendo un guión ya tristemente familiar, una turba de extremistas instigados por grupos nacionalistas hinduístas irrumpió en la escuela, cerrándola, acusándola de faltar al respeto a la deidad hindú Ganesh y exigiendo una investigación policial contra la directora, la hermana Sarita Joseph. La multitud se dispersó del recinto escolar sólo después de recibir garantías de la policía de que se había abierto una investigación sobre el incidente. Lo que en realidad no es más que un incidente menor, en una escuela que siempre ha ofrecido educación a alumnos de todas las religiones con respeto para todos.
«El 22 de septiembre», explica una nota de la diócesis de Sagar, «los alumnos de noveno decoraron un tablón de anuncios colocando una imagen de Ganesh. Al día siguiente se dieron cuenta de que la imagen había desaparecido del tablón. Se quejaron a la directora, que sólo entonces se enteró de la desaparición del cuadro y no pudo averiguar quién lo había quitado. El asunto se vio salpicado por algunos grupos fundamentalistas que pidieron el cierre de la escuela. También colocaron algunos carteles en las paredes y en el mercado contra la escuela. Pero algunos alumnos se han quejado en las redes sociales afirmando que todos estos incidentes son inventados y arruinan el nombre de nuestra escuela».
Las monjas respondieron convocando a profesores y amigos, en su mayoría hinduístas, para celebrar el aniversario del nacimiento del padre de la patria, Mahatma Gandhi.
Mons. Silvio José Báez, denunció en sus redes sociales la “feroz persecución contra la Iglesia Católica” de la “dictadura sandinista de Daniel Ortega
Terminamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Nicaragua, porque la investigadora y abogada nicaragüense Martha Patricia Molina presentó el miércoles la cuarta entrega de su informe ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?’, que cuenta con información actualizada sobre la persecución religiosa de la dictadura en el país, recogió Aciprensa.
“Con las cifras que exponemos, no queda duda de que el 2023 es el año más funesto y en el que la Iglesia Católica ha sufrido mayor persecución, con 205 ataques”, sostuvo Molina el 4 de octubre en una conferencia de prensa, al comparar la cifra con los años anteriores. En 2018 se registraron 90; un total de 84 en 2019; 62 en 2020; 55 en 2021; y 171 en 2022.
Uno de los últimos ataques se produjo la noche del domingo 1 de octubre, cuando la dictadura de Daniel Ortega ordenó la detención de dos sacerdotes católicos de la Diócesis de Estelí y uno de la Diócesis de Jinotega, sin que se conozcan de manera oficial los motivos de sus detenciones, recoge Aciprensa.
Al enterarse de la noticia, el exiliado Obispo Auxiliar de Managua, Mons. Silvio José Báez, denunció en sus redes sociales la “feroz persecución contra la Iglesia Católica” de la “dictadura sandinista de Daniel Ortega”. Asimismo, pidió “a la Iglesia en el mundo entero sus oraciones por Nicaragua y por nuestra Iglesia perseguida”.