Una semana más, Hispanidad realiza una crónica recogiendo las últimas informaciones sobre la persecución —incluso genocidio— contra los cristianos, una realidad silenciada en muchos medios y en muchos gobiernos occidentales.

El contexto de esta persecución a los cristianos es que ésta está aumentando, tal y como recogen varios informes. Por ejemplo, uno de Puertas Abiertas (que analiza el periodo de octubre de 2022 a septiembre de 2023) asegura que un total de 365 millones de cristianos sufren persecución en el mundo, cinco millones más que el año pasado, lo que supone que uno de cada siete es perseguido a nivel global. 

Por su parte, el Observatorio sobre Intolerancia y Discriminación contra Cristianos en Europa (OIDAC) cifra en un total de 2.444 los crímenes de odio de carácter anticristiano, cometidos en 35 países europeos, durante el año 2023. 

Mientras que  Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) publicó su habitual informe sobre libertad religiosa, referido al año 2023, en el que revelaba que la persecución por causa de la fe se ha agudizado y también ha aumentado la impunidad en 61 de los 196 países del mundo.

Y todas estas alarmantes cifras -que no se repiten con ningún otro colectivo del mundo, insistimos-, ante el silencio de muchos en Occidente…

En ese contexto, en las últimas fechas se han producido episodios de persecución a los cristianos. Por ejemplo, en Nigeria, cuyo contexto es que sufre el terrorismo de las milicias islamistas de los pastores musulmanes fulani o grupos yihadistas como Boko Haram o la facción del Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP), que se dedican a atacar a los creyentes en Cristo…, ante el ominoso silencio de Occidente.

En ese país, lo último que ha ocurrido ha sido el reciente ataque, el pasado 10 de julio, al Seminario Menor de la Inmaculada Concepción en Ivhiaro, diócesis de Auchi, estado de Edo que causó la muerte de un agente de seguridad y el secuestro de tres seminaristas, informa Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN)

El ataque fue perpetrado por varios hombres armados cuya identidad se desconoce hasta el momento. Pero que, según informa Fides, «se han puesto en contacto con la diócesis de Auchi para pedir un rescate». Y no hay que olvidar que hace poco más de un mes se vivió una masacre en el país por parte de los pastores musulmanes fulani, que dejaron más de 100 muertos. 

Mons. Gabriel Ghieakhomo Dunia, obispo de Auchi, explicó que «las negociaciones están en curso». Y añadió que «el Gobierno del estado y las fuerzas de seguridad locales están trabajando para localizar a los secuestradores y lograr la liberación de los seminaristas, aunque por ahora sin éxito». 

Nuestro siguiente destino es Arabia Saudí, un país islamista en el que la libertad religiosa brilla por su ausencia. De hecho, la conversión a otra religión se tipifica como apostasía merecedora de la pena de muerte. 

Mons. Aldo Berardi, que desde el 2023 está al frente de esta jurisdicción eclesiástica que comprende también a Kuwait, Catar y Bahréin, explica que “la inmensa mayoría de los no musulmanes no tienen ninguna libertad religiosa. Entre ellos, hay más de un millón de católicos”, recoge Aciprensa. 

“No puedo contarlo todo porque hay vidas en juego. Pero lo que puedo señalar es que no están abandonados. Nos comunicamos, nos organizamos, entramos cuando podemos y, si no, estamos presentes online. Hay una Iglesia viva, discreta, pero profundamente conectada a la Iglesia universal y al obispo”, señala Mons. Berardi. “Hay católicos por todo el país, porque contratan enfermeros o técnicos para hospitales y profesores para escuelas en todas partes. Hay una dispersión completa de los católicos”, explica.

Explicó, sin entrar en detalles, que los fieles se agrupan de forma clandestina “según la lengua, el rito, la espiritualidad”. Las familias católicas “siguen las Misas online”. Sin embargo, “no lo hacen con los sacramentos tal y como los conocemos nosotros, sino que desarrollan grupos de oración, de formación, de catequesis…”. Además, cuando hay posibilidad de presidir “alguna celebración, la hay, pero siempre con protección”.