"La Navidad es una necesidad. Tiene que haber al menos un día en el año para recordarnos que estamos aquí para algo más que nosotros mismos" (Eric Sevareid) Con esta excelente frase he decidido felicitar las fiestas de Navidad a muchos en las diferentes redes sociales en las que participo, porque salirse de lo estándar de vez en cuando es necesario para recuperar la naturaleza real del porqué de la razón de las cosas que hacemos o vivimos.

La Navidad es la fiesta que definitivamente nos ayuda crecer porque nos impulsa desde lo pequeño y lo sencillo. Entiendo con claridad que sea la fiesta que más se enguachine porque toca la fibra de nuestros tiempos, dedicados a la crisis del ser humano más profunda de la historia. Somos el ser más muerto de la creación, sumido en el nihilismo del súper hombre, embargada nuestra voluntad y arruinada la libertad porque nuestras elecciones están ya preseleccionadas por la forma de pensar, lineal y puritana embarrada por el pensamiento dominante.

Por eso, es imprescindible bucear en el pesebre y buscar al Niño. Un lugar, seguramente, donde abrigaban al ganado en días de lluvia, una cueva oscura, maloliente, fría… Aquella incertidumbre envuelta por el olor agrio de los restos de las heces de las bestias. Todo muy parecido a nuestra condición humana, que no somos nada. Allí, rebuscando en la oscuridad encontraremos la luz, la riqueza y la esencia de un Dios hecho niño, que es al fin y al cabo la esencia de nuestro ser creado por Él mismo.

Somos el ser más muerto de la creación, sumido en el nihilismo del súper hombre, embargada nuestra voluntad y arruinada la libertad porque nuestras elecciones están ya preseleccionadas por la forma de pensar, lineal y puritana embarrada por el pensamiento dominante

Pero el ruido de la ciudad no nos deja escuchar los vagidos del niño. Las luces de la opulencia en los palacios, nos distraen de nuestro verdadero objetivo. Las risas lujuriosas del salón de Herodes nos hacen pensar que somos aburridos. Y los gritos amenazantes de la soldadesca nos provocan el miedo que nos inmoviliza para seguir cumpliendo con nuestro deber. La corrección política no nos da posada, ni un respiro. La Navidad es el piloto rojo de la reserva, que nos pone en alerta y nos hace ir una vez más a repostar a los brazos de María y José. ¡Menos mal que tenemos la Navidad!

El cardenal Robert Sarah, en su último libro escribe un párrafo que le hace imprescidible en estos días: "En la raíz de la quiebra de Occidente hay una crisis cultural e identitaria. Occidente ya no sabe quién es, porque ya no sabe ni quiere saber qué lo ha configurado, qué lo ha constituido tal y como ha sido y tal y como es. Hoy muchos países ignoran su historia. Esta autoasfixia conduce de forma natural a una decadencia que abre el camino a nuevas civilizaciones bárbaras". Frente al espejo cristiano de occidente, hay otros cristianos que sobreviven a la muerte al amor a la libertad y son martirizados en lugares extraños. Mueren de forma brutal a manos de la intolerancia ideológica en forma de religión o política. Son sacrificados como ovejas que llevan al matadero por el simple hecho de ser cristianos, sin embargo por aquí no es noticia, sobre todo porque no quieren que sea noticia. El martirio, que es dar la vida por Cristo, allí es cruel y sucede solo en un momento imprevisto, sin dilación. A los cristianos de aquí, también nos persiguen, pero sin sangre, porque no es políticamente correcto. Pero si no estamos dispuestos a dar la vida como los de allí, tampoco lo haremos aquí con el martirio social, con el apartheid que nos llega en el ámbito de la educación, de la expresión religiosa, el puesto laboral, la identidad moral…

La Navidad es el piloto rojo de la reserva, que nos pone en alerta y nos hace ir una vez más a repostar a los brazos de María y José. ¡Menos mal que tenemos la Navidad!

Si no buscamos en el pesebre, si no nos ensuciamos los zapatos con los excrementos de la  borregada, o nos llenamos las manos del polvo de la cueva, y nos tropezamos con lo que no vemos o entendemos; si no nos dejamos ayudar por los recursos que la Iglesia pone a nuestra disposición, entonces no encontraremos al Niño Dios que dé sentido a nuestra existencia. Y, por último, solo un detalle: quien no busca, no encuentra.

Cardenal Robert Sarah: "En la raíz de la quiebra de Occidente hay una crisis cultural e identitaria. Occidente ya no sabe quién es, porque ya no sabe ni quiere saber qué lo ha configurado, qué lo ha constituido tal y como ha sido y tal y como es. Hoy muchos países ignoran su historia. Esta autoasfixia conduce de forma natural a una decadencia que abre el camino a nuevas civilizaciones bárbaras"

Se hace tarde y anochece (Palabra) Cardenal Robert Sarah y Nicolas Diat. La preclara idea de la realidad del primer mundo con la que el cardenal guineano Sarah hace de este libro una clave indispensable que debe pasar por nuestras manos, leerlo, incluso meditarlo en una reflexión profunda. El duo Robert Sarah-Nicolas Diat convierte la entrevista en un placer para la lectura y en la esencia de los cristianos católicos.

Manual básico para católicos sin complejos (Sekotia) José Gónzalez Horrillo. He hablado de este pequeño manual para todos, en el que el lector encontrará todos aquellos temas con los que la progresía dominante trata de atacar o humillar a los católicos por lo que son. Pero esta vez lo hago en otro sentido, porque se trata de una libro del que ya ha vendido 12.000 ejemplares desde su primera edición y hablar hoy en día de una venta así es hablar de una gran libro que perdura en el tiempo y destacar que todo quien lo conoce se prenda de él.

Cristianofobia. La persecución de los cristinaos en el siglo XXI (Digital Reasons) Luis Antequera. La guerra mediática de los genocidios la ganan los judíos por el holocausto, entre otras cosas porque los grandes medios están en manos de judios que se cuidan muy bien de que no se olvide la barbarie de mediados del siglo XX, pero por desgracia para la humanidad no ha sido el unico genocidio ni persecución en la historia de la humanidad. De hecho me atrevería a decir que los cristianos han sido por número más veces perseguidos que cualquier otro espectro social. Pero sin duda, en el siglo XX el enemigo a combatir, y a fulminar, es lo cristiano, en particular lo católico. Antequera, periodista y escritor, trata este asunto en este pequeño libro que abre grandes dimensiones del espíritu y de la mente.