Muchas de las cosas que los varones no entendemos de las mujeres podemos verlas desde aquí: la mujer no cree en la libertad, cree en la verdad. Para la mujer el amor no es una intención, es ante todo, un hecho. Obras son amores y no buenas razones, que rezaba el viejo adagio. 

Y al mismo tiempo, la mujer es la primera convencida de que la verdad os hará libres y no de la tontuna mayor de ZP, aquella de que es la libertad la que os hará verdaderos. En eso no cree ninguna mujer y casi ninguna varón, con la posible excepción de los varones limitados, pongamos Barack Obama, que se lo creyó o hizo que se lo creía.

Pero ojo, aunque la mujer no cree en la libertad sino a partir de la verdad, de la realidad, de los hechos, la mujer deja hacer al errado más que el varón, porque no cree en la eficacia de la fuerza bruta, ni tan siquiera con los niños. 

Por eso, las madres son más pesadas que los padres e incluso más dadas a castigar. Pero ojo a castigar, no a imponer, que es distinto. La mujer sabe que el castigo no implica humillación, la imposición sí.

Rebrota, en algunas mentes clericales madrileñas, las estúpidas críticas a la 'mariolatría': mala cosa

Y ahora sólo queda recordar que hoy es la Inmaculada Concepción y que Nuestra Madre Santa María es madre... y también mujer.

La Inmaculada Concepción es, dentro del calendario litúrgico cristiano, la fiesta española por antonomasia. Pues ojo, porque me llegan dos homilías calcadas, en dos iglesias madrileñas distintas, y en las dos, sin citar el término, al mosén -a los mosenes- les dio por criticar la 'mariolatría', con argumentos tan pedestres y estúpidos como los que sólo un cura progre puede pergeñar. Recuerden la gradación de la estupidez: todavía hay algo más tonto que un obrero de derechas: un hombre feminista; todavía hay algo más tonto que un feministo: un cura progre. 

Pues bien, sólo recordar dos cosas: hay cuatro dogmas marianos, hoy celebramos uno de ellos: la Inmaculada. María es, según el Magisterio, Madre de Dios (no madre de un hombre, sino del Hombre-Dios), Virgen Perpetua, Asunta al Cielo y concebida sin pecado original. Los hay que clamamos ahora por la enunciación de un quinto dogma mariano: María Corredentora, medianera y abogada, el título solicitado tras las apariciones marianas, en Amsterdam, a la holandesa Ida Peerdeman (1945-1959).

Recuerden la gradación de la estupidez: todavía hay algo más tonto que un obrero de derechas: un hombre feminista; todavía hay algo más tonto que un feministo: un cura progre

Rendir tributo a la Virgen no es un desdoro para su Hijo y, además, recuerden lo de San Josemaría: "a Jesús siempre se va, y se vuelve, por María".

Me preocupan estos brotes porque sólo hay dos cosas ante las que el cristiano del siglo XXI debe estar alerta: la una es la Eucaristía, la otra Santa María, protagonista actual de la historia de la salvación. Cuando se cuestiona cualquiera de ellas, cuidado: entramos en terreno pedregoso.