Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Mozambique. Allí, una  decena de periodistas de una radio católica tuvieron que esconderse en un bosque debido a un violento ataque de yihadistas en el distrito de Muidumbe, provincia de Cabo Delgado, informó Fides.

La mayoría de los periodistas que se refugiaron en el bosque están aislados y sobreviven en condiciones humanamente miserables e inseguras. “Estamos muriendo de sed y hambre, tres días sin comer nada”. “Padre, la situación aún es muy fea. Llevo cinco días en el bosque con mi familia, estamos en muy malas condiciones”. “Mi padre fue decapitado...” Estos son solo algunos de los mensajes que recibió el párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús que logró ponerse en contacto con los periodistas Daniel Nantuma y Beatriz João.

Los tres años de ataques de grupos yihadistas en la provincia de Cabo Delgado han obligado a desplazarse al menos a 310.000 personas. La provincia, que aún no se ha recuperado de las secuelas del ciclón que la azotó el año pasado, es también el epicentro de la epidemia de Covid-19 en Mozambique.

Con la gracia de Dios Todopoderoso, los soldados del califato atacaron un pueblo de cristianos incrédulos

Y seguimos hablando del terrorismo yihadista, esencialmente anticristiano. En Nigeria, el grupo terrorista islamista Boko Haram sigue haciendo gala de su capacidad de asesinar a cristianos indefensos. Su última acción tuvo como objetivo el pueblo donde secuestró a centenares de adolescentes en el 2014, recoge Infocatólica.

«Estado de África Occidental. Con la gracia de Dios Todopoderoso, los soldados del califato atacaron un pueblo de cristianos incrédulos cerca de la localidad de Chibok en la región de Brno, donde lograron matar a un cristiano y quemar una iglesia y varias casas, alabado sea Dios», publicaron los yihadistas.

Este mensaje acredita la persecución del cristianismo por esta banda. Y fue precisamente en Chibok donde Boko Haram, que forma parte del entramado de Estado Islámico, secuestró el 14 de abril de 2014 a 276 alumnas adolescentes con el fin de esclavizarlas. Algunas de ellas ya han sido convencidas de no regresar con sus familias. La Iglesia en Nigeria se ha quejado en varias ocasiones de la incapacidad del gobierno de la nación ante el terrorismo islamista.

Recientemente hubo otros dos casos en los que líderes cristianos de Papúa fueron asesinados en circunstancias poco claras

Nos vamos ahora a Indonesia, donde un catequista católico, Rufinus Tigau, fue asesinado por las fuerzas de seguridad el 26 pasado de octubre de 2020, en la provincia de Papúa. Por ello, un grupo de asociaciones católicas y laicas envió una carta a las Naciones Unidas para que el Comisionado para los derechos humanos investigue el caso.

El joven salió desarmado para pedir explicaciones a una patrulla por los tiroteos que se estaban produciendo en la aldea de Kampung Jibaguge. En ese momento fue ejecutado, publicó Fides.

El padre Martín Kuayo, administrador de la diócesis de Timika, recuerda que el caso de Rufinus “no es el primero de violencia que afecta a miembros de la Iglesia católica. El 7 de octubre también tirotearon a otro catequista, Agustinus Duwitau. Si guardamos silencio sobre estos incidentes me temo que las cosas empeorarán”.

Las fuerzas gubernamentales acusan a los laicos católicos de ser miembros del Grupo Armado Criminal Separatista, o del Ejército de Liberación Nacional de Papúa Occidental, acusaciones firmemente rechazadas por la Iglesia local. Pero toda excusa es buena para asesinar a un cristiano.

Las organizaciones cristianas locales también señalan otros dos casos recientes en los que líderes cristianos de Papúa fueron asesinados en circunstancias poco claras. Uno es el del pastor protestante Yeremia Zanambani, asesinado a tiros por soldados de la regencia de Intan Jaya el 19 septiembre de 2020. Unos días después, el 22 de septiembre, el pastor Albert Degei fue encontrado muerto en el pueblo de Kalisemen, regencia de Nabire.