Los médicos siguen en pie de guerra contra el borrador del Estatuto Marco elaborado por el Ministerio de Sanidad que dirige Mónica García. Hoy, miles de profesionales de la medicina se han echado a las calles en toda España, respaldando su segunda huelga general. 

Se trata de los mismos facultativos que García azuzaba contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso -por ser del PP- pero que ahora se han rebelado contra la ministra por lo que consideran un "régimen de esclavitud". 

En la primera jornada de huelga, celebrada el pasado 13 de junio, la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) denunciaba en una nota de prensa que "el borrador del nuevo Estatuto Marco que ha presentado el Ministerio de Sanidad no sólo no mejora la precariedad de nuestro colectivo, sino que en algunos aspectos la empeora: incorpora la obligatoriedad de la exclusividad para los médicos especialistas en sus primeros cinco años de contrato en la sanidad pública y para los jefes de servicio, jefes de sección y coordinadores, e introduce un sistema de clasificación profesional que nos equipara al resto de los graduados, devaluando la formación y la responsabilidad específicas de nuestro colectivo. Asimismo, omite cualquier referencia a la regulación de la jubilación y al cómputo de las horas de guardia a estos efectos". 

Además, el Comité de Huelga (conformado por representantes de la Confederación Española de Sindicatos Médicos y del Sindicato Médico Andaluz) añade que "el régimen de jornada apenas sufre cambios en relación con el actual Estatuto Marco, con una jornada semanal máxima de 45 horas semanales en cómputo cuatrimestral, lo que, sumado a la obligatoriedad de las guardias y a la forma de cálculo del tiempo de trabajo efectivo, da lugar en la práctica a jornadas semanales de 60-70 horas de carácter obligatorio, con excesos de jornada pagadas por debajo de la hora ordinaria".

También apunta que "no existen en el nuevo texto, como no hay en el actual, verdaderas garantías de los derechos más básicos del facultativo a una jornada estable, a la conciliación familiar, al descanso, al conocimiento con suficiente antelación del cuadrante de trabajo o a las reducciones de jornada. Todos ellos ceden ante las necesidades asistenciales y la capacidad de organización de la dirección". 

El Comité de Huelga ha reclamado al ministerio un estatuto propio y un ámbito de negociación específicos, así como una regulación de la jornada y del horario completamente nueva, que reconozca sus derechos laborales: "Nuestra jornada máxima deber ser de 35 horas, quedando la Administración obligada a negociar las condiciones laborales y retributivas de cualquier exceso de jornada, nunca por debajo del valor de la hora de jornada ordinaria". 

Por otra parte, exige "una clasificación profesional que reconozca nuestra cualificación y responsabilidad específicas, un modelo de compatibilidad, común para toda España, que no conlleve merma retributiva alguna y una regulación de la jubilación que contemple la jubilación flexible y voluntaria entre los 60 y los 70 años, la jubilación parcial, un reconocimiento de la penosidad que permita la jubilación anticipada sin penalizaciones y el cómputo de las horas de guardia a estos efectos". 

"La sanidad pública española lleva décadas sostenida por una brutal sobrecarga laboral de los facultativos. Lastrados por el prejuicio sin fundamento de ser unos “privilegiados”, asumimos la mayor responsabilidad sin obtener a cambio ningún reconocimiento. Hacemos horas extra obligatorias a precio de saldo y no tenemos derecho al descanso ni a la conciliación. Hasta el cuidado de nuestros hijos es sacrificado en aras del funcionamiento del sistema. Esta situación, que este nuevo Estatuto Marco consagra, debe terminar", concluye el comité de huelga.