Estupor en España, el Ministerio de Sanidad con su ministra, Moni García, al frente, publican orgullosos que en nuestro país los abortos se incrementan y, a rasgos generales, se aborta mogollón. Y esto es una signo de feminismo que riétete tú del derecho al voto. 

Hasta aquí todo dentro de la normalidad institucional de los últimos 40 años en los que el aborto ha pasado de ser un delito (porque consiste en matar a una persona) a un derecho, algo bueno. Pero de pronto, los políticos se llevan las manos a la cabeza. ¿El motivo? El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado una propuesta del Grupo Municipal Vox para que "se proporcione información, de manera obligatoria, verbal y escrita, permanente y visible sobre el Síndrome Post Aborto".

La propuesta, presentada por la concejala y portavoz adjunta de Vox, Carla Toscano, ha sido aprobada con los votos a favor de su partido y del PP, y por supuesto con el rechazo de PSOE y Más Madrid. Desde el partido de Santiago Abascal se ha insistido en la "obligatoriedad" de que el Consistorio aporte dicha información.

Algo intolerable, ¡cómo se va a informar de las consecuencias de un acto médico! ¡Nos hemos vuelto locos! Ni que las medicinas fueran con prospecto y en las cajetillas de tabaco aparecieran pulmones con cáncer. 

Pero es que esperen porque el argumento es aún más peregrino que el escándalo: "No existe", como leen, lo dice Moni, médico y ministra de sanidad, el síndrome postaborto no existe, y seguro que lo dice científicamente hablando. Todo ello acompañado de titulares y cintillos en los medios con un supuesto delante del síndrome. "Esto no es verdad, lo que hay es una violencia camuflada por parte del Partido Popular y de Vox, que ya son indistinguibles", ha denunciado García, que asegura que esto es una "acción de acoso y desinformación".

Por su lado, Reyes Maroto exige a Almeida que retire la iniciativa y el ministro Óscar López ha anunciado medidas legales. Es más, Maroto en un ejercicio de cinismo típico socialista ha apelado "a la conciencia de los trabajadores y trabajadoras municipales porque también se está vulnerando su código deontológico", ella que pertenece a un partido que quiere acabar con la objeción de conciencia de esos mismo trabajadores. 

En cualquier caso, ¿endometriosis, infecciones o perforaciones del útero? ¿Peligrosas infecciones (sepsis) y grandes pérdidas de sangre? ¿Depresiones? Nada de eso ocurre cuando abortas, palabra de Mónica García.