
Decíamos ayer, o decía ayer Ricardo Seguí, que Tucho la había vuelto a liar. Hablo de Mater Populi Fidelis, el nuevo documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Parece ser que al cardenal argentino Víctor 'Tucho' Fernández, no le gusta lo del quinto dogma mariano, es decir, María Correndentora. Vaya usted a saber por qué, pero el caso es que no le gusta. Como no le gustaban las apariciones de Medjugorje o Garabandal, a la primera de las cuales se refirió como un "fenómeno religioso" mientras a la segunda la ninguneó sin el menor pudor.
Hablemos de teología. El dogma de María Corredentora puede ser muy discutido pero todo aquello que lleve a situar a la Madre de Dios y Madre nuestra en el proscenio de la historia contemporánea resulta bueno, necesario e imprescindible.
¿O es que no nos hemos enterado de que estamos en un cambio de era y en un momento trascendental de la historia, en un momento de claro final de ciclo? Si no, ¿por qué se repiten las apariciones marianas hoy? Idiotas, porque la humanidad ha llegado a tal grado de increencia y de incoherencia -y me temo que de degeneración, que sólo su amor maternal puede salvarnos.
¿El Dicasterio para la Doctrina de la Fe le ha declarado la guerra a la Virgen o sólo pretende censurarla?









