El próximo domingo 26 en Madrid hay una cita para apostar por la vida (‘Manifestación en defensa de la Vida y la Verdad’) ante la cultura de la muerte que se está imponiendo en España y a la que contribuye el Gobierno Sánchez con su apuesta por el aborto como mal llamado derecho de la mujer y por la eutanasia con nuevas leyes. “El latido del corazón, escuchar la vida es la mejor melodía”, señala Sira, una madre a la que le propusieron interrumpir su embarazo para la semana 14, pero no lo hizo, dijo ‘Sí’ a la vida y hoy disfruta de su sonriente hijo con síndrome de Down. 

Es una de las tres mujeres a las que le platearon el aborto, pero rechazaron asesinar a sus bebés dentro del seno materno y apostar por “el regalo de la vida”. Otra mujer, Lucía, afirma que la dijeron que “era muy joven, que era un error y que era una tontería que me planteara no abortar”, pero lo hizo y apostó también por la vida. Así se ve en el vídeo titulado ‘Lati-dos’ que ha lanzado la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales, de la Conferencia Episcopal Española, a través de las redes sociales. Y para promocionarlo se subraya que “uno de cada cuatro embarazos en nuestro país acaba en aborto”, pidiendo no silenciarlo, y también que “en España tendrían que nacer cada año 6.000 niños con síndrome de Down... solo lo hacen 150”.

Paralelamente, la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ha difundido una nota titulada “Sí a la familia y sí a la vida”, aprovechando el X Encuentro Mundial de las Familias que se celebra en Roma desde este jueves 22 y hasta el domingo 26, y coincidiendo con la manifestación del 26-J citada. Los miembros de dicha subcomisión (monseñor José Mazuelos Pérez, monseñor Juan Antonio Reig Plà, monseñor Ángel Pérez Pueyo, monseñor Santos Montoya y monseñor Francisco Gil Hellín) han referido que “en medio de las crisis culturales y sociales actuales, el anuncio de la familia sigue siendo una alegría y una esperanza para todos pues, como afirma el Papa, “nadie puede pensar que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio es algo que favorece a la sociedad. Ocurre lo contrario: perjudica la madurez de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y pueblos”. Asimismo,, recalcan que “la familia es la célula de la cultura de la vida y de la civilización del amor. Por ello, invitamos a todos a participar en las diferentes celebraciones y actos proponiendo la maravilla de la familia cristiana y el respeto a la vida de todo ser humano desde su comienzo hasta su final”, y al final de la nota, insisten: “alentamos a todos los católicos a promover la defensa de la vida, denunciando los proyectos legislativos que atentan contra ella y confunden la injusticia con el derecho”.

Eso sí, en rueda de prensa, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Argüello, ha señalado que la manifestación del 26-J es para los laicos, y que dicha Conferencia como institución no asistirá, así como que “el desafío de los católicos en favor de la vida va más allá de acudir a una manifestación”. Monseñor Argüello debería tomar nota del escrito de sus colegas de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida y también de monseñor José Ignacio Munilla, que ha puesto un hermoso vídeo en Twitter animando a participar en la manifestación provida del 26-J, la cual ha sido convocada por NEOS, la Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Libertad y la Dignidad y la Plataforma Cada Vida Importa.