Recientemente se ha celebrado el desfile del orgullo gay en Cremona (Italia). Activistas LGTB se dedicaron a exhibir un maniquí con los pechos desnudos vestido como la Virgen María, lo que provocó un intenso debate nacional en las redes sociales y en otros lugares.

“Un ataque blasfemo e innoble, claramente dirigido a la fe de todos los cristianos”, escribió Matteo Fraioli, director de la campaña italiana de CitizenGOit, que protestó por el uso de fondos públicos por parte del alcalde local para financiar el espectáculo.

Según publica ACI Prensa, también el obispo de la localidad, Mons. Antonio Napolioni, respondió a los activistas  en un comunicado que recoge “el desconcierto de numerosos ciudadanos, creyentes y no creyentes, por la presencia de imágenes ofensivas y evidentemente blasfemas, que no pueden tener ningún valor educativo o comunicativo, de valores o derechos”.

“Son gestos que no le hacen bien a nadie y que perjudican a muchos que se están comprometiendo con el respeto mutuo por una sociedad sin discriminación”, lamentó.

El Prelado expresó también su “dolor y el de la comunidad cristiana, en el deseo de aprender siempre de la Madre de Dios y de la humanidad una mirada de acogida, comprensión y reconciliación hacia todos”.

Para concluir, el Obispo resaltó que “la Iglesia en Cremona, comprometida en un diálogo sinodal abierto con muchas voces y experiencias de las propias comunidades y de la sociedad civil, alimentará en la oración el compromiso ulterior de anuncio y diálogo, que estos tristes episodios no tienen la fuerza para socavar”.