El patriarca caldeo Sako
Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Irak, donde el cardenal Louis Raphael Sako, patriarca de la Iglesia caldea, se ha convertido en blanco de campañas de difamación en las redes sociales en las últimas semanas, informa Fides.
El cardenal iraquí había insinuado la posibilidad de recurrir a los órganos de justicia internacionales para salvaguardar el reparto correcto y no manipulado de la cuota de escaños parlamentarios reservados a los cristianos iraquíes.
En las últimas semanas, las denigraciones y ataques dirigidos contra el Patriarca por parte de personas vinculadas al ‘Movimiento de Babilonia’ han adquirido tonos cada vez más duros. Por ello, más de doscientos cristianos se reunieron en la plaza Tahrir, en el centro de Bagdad, el viernes 12 de mayo por la tarde, para mostrar su solidaridad con él. Los participantes también rezaron y repitieron consignas en apoyo de la paz social y la unidad entre los cristianos.
Los responsables de la Oficina de Dotaciones a las Comunidades de Fe Minoritarias (cristianos, yazidíes, mandei-sabei, shabak) rechazaron enérgicamente las acusaciones lanzadas, reconociendo la contribución que el Patriarca Sako ha hecho también al proceso de liberación de la sociedad iraquí “de las trincheras de los conflictos sectarios”.
Según funcionarios de CSW, el 13 de mayo seis hombres armados atacaron la iglesia copta Al-Masalma en Omdurman, en la capital Jartum, y mataron a cuatro personas, incluido el sacerdote y su hijo
Continuamos nuestra crónica sobre cristianos perseguidos en Sudán, donde Christians Solidarity Worldwide (CSW), una fundación de derechos humanos con sede en el Reino Unido condenó los “ataques intencionales” cometidos contra centros de culto desde que el 15 de abril estallaron los combates entre las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), recoge Aciprensa.
En un informe del martes 16 de mayo, el presidente fundador de CSW, Thomas Mervyn, señala que hombres armados han atacado intencionalmente lugares de culto y a líderes religiosos, y se han apoderado de algunos de estos centros para utilizarlos como “bases militares”. Mervyn advierte que estas acciones “violan los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario” y “pueden constituir crímenes de guerra”.
Según funcionarios de CSW, el 13 de mayo seis hombres armados atacaron la iglesia copta Al-Masalma en Omdurman, en la capital Jartum, y mataron a cuatro personas, incluido el sacerdote y su hijo. Asimismo, de acuerdo a los informes, el 14 de mayo las RSF desalojaron de la iglesia copta ortodoxa de Santa María al obispo Elia, obispo de Jartum y Sudán del Sur, y a otros miembros del clero para convertir el templo en base militar.
Se indica que los miembros de las RSF acosaron durante una semana a las personas que estaban dentro de la iglesia copta antes de obligarlas a irse.
Según los informes, al menos 700 personas han muerto y cientos de miles han sido desplazadas desde que estalló la violencia entre el general Abdel Fattah al-Burhan y las RSF, la fuerza paramilitar dirigida por el general Mohamed Hamdan Dagalo.
El último caso grave registrado es el de la menor cristiana Angel Robin, de 13 años, que fue secuestrada y víctima de una brutal violación en grupo por cuatro musulmanes
Y en Pakistán se está dando el fenómeno de la violencia contra chicas cristianas, incluso muy jóvenes, de manera particularmente atroz, recoge Asia News.
El último caso grave registrado es el de la menor cristiana Angel Robin, de 13 años, que fue secuestrada y víctima de una brutal violación en grupo en Chak 109, una localidad de la zona de Faisalabad. Angel, estudiante de sexto grado, pertenece a una familia especialmente vulnerable. El 27 de abril, cuatro personas conocidas por su mala reputación (Adeel, Nauman Awan, Shana, Hafiz Aslam, todos musulmanes) y un desconocido se la llevaron de su casa.
La familia presentó una denuncia contra los cuatro en la comisaría de Khurrianwala. Cerca de allí la encontraron después de siete días de violencia, y un informe médico confirmó además que la niña cristiana había sufrido una forma extrema de violencia sexual. Aun así, se concedió la libertad bajo fianza a los cuatro acusados. Y los líderes políticos y religiosos musulmanes locales están presionando a la familia de Angel Robin para que no emprendan acciones legales.
Así lo comunicó la asociación de derechos humanos Voice Pakistan, que está siguiendo el caso. «La protección de las niñas cristianas menores de edad se ha convertido en el principal problema de las minorías religiosas», declaró a AsiaNews su director ejecutivo, Zohaib Newton. «El gobierno pakistaní debería trabajar seriamente en una solución legislativa. Los autores deberían recibir una lección ejemplar por este atroz crimen«.
En respuesta a este violento incidente, Tabinda Saher -presidenta del Women's Power Circle- añadió: »Angel es sólo una alumna de sexto curso y los autores llevaron a cabo este brutal acto contra ella porque sabían que pertenecía a una familia cristiana pobre y quedarían a salvo tras semejante brutalidad. Esta joven sufre daños físicos y mentales y está tomando medicación, mientras que los agresores están en libertad y siguen amenazando a la familia para que se comprometa. Acompañamos a la pobre familia y lucharemos hasta que se haga justicia.