Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Sudán, país que sufre un grave enfrentamiento civil desde hace días.

Hace unos días estallaron combates entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), un grupo paramilitar legalizado en Sudán. El Ejército actúa bajo el mando del actual presidente, el general Abdel Fattah al Burhan, mientras que las RSF están dirigidas por el vicepresidente Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti.

Ya en el primer día del conflicto, las RSF aseguraron haber tomado el control del palacio presidencial y de tres aeropuertos, entre ellos, el de Jartum. No obstante, hasta la fecha no puede afirmarse que estén ganando. Al contrario, la lucha se extiende y según varios medios de comunicación ya se ha cobrado cerca de 300 vidas y más de 3000 heridos.

Kinga von Schierstaedt, coordinadora de proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada en África y responsable de los proyectos en Sudán ha explicado: “Es un intento de Hemedti de derrocar a Al Burhan y, al mismo tiempo, el estallido de la tensión latente desde el golpe de Estado de octubre de 2021. En dicho golpe, ambos derrocaron al Gobierno de transición establecido tras la caída del dictador Omar al Bashir en abril de 2019. En el fondo no se trata de ideologías, sino de cómo y con quién gobernar; de intereses, poder, riqueza y la integración de las RSF. Hemedti considera que sus RSF son cruciales para la seguridad del país y exige más poder. Las negociaciones sobre la inclusión de este grupo paramilitar en el Ejército son un escollo entre ambos, y la decisión de Al Burhan de transferir las tropas de las RSF a distintas zonas del país —que Hemedti advirtió como intento de socavar su poder— ha sido la chispa que ha provocado el estallido del golpe".

"Sin embargo, --añade-- hay otro motivo importante. Sudán es el tercer productor de oro de África, y Hemedti posee minas de oro en el norte del país. Hasta 16.000 millones de dólares al año salen de allí con destino a los Emiratos Árabes Unidos. Hemedti ha hecho del oro su negocio; el oro es su poder y uno de sus intereses. Al mismo tiempo, el Ejército también posee una gran cantidad de bienes inmuebles y negocios de todo tipo, y se resiste a cederlos a un Gobierno civil”.

Respecto a cómo está afectando el conflicto a la iglesia católica, ha explicado: “La Iglesia católica sudanesa es muy pequeña, pues cerca del 95% de la población es musulmana, pero como no se trata de un conflicto ideológico o religioso, todos los ciudadanos se ven afectados por igual. Los creyentes, sacerdotes y religiosos no pueden salir de sus casas. La misa dominical se canceló y los sacerdotes no pueden celebran la misa diaria en las iglesias. La vida de fe en las zonas de crisis sólo tiene lugar en las casas”. “Lo único que ahora puede darnos fuerza es saber que nos apoyáis en la oración”, me han asegurado.

Yo vi con mis ojos cuántos jóvenes y a cuántas personas cristianas las mataron por la fe

Hablamos ahora de Siria. El arzobispo de Homs (Siria), Jean Abdo Arbach, concelebró el pasado domingo la Eucaristía con el obispo de Guadix, Francisco Jesús Orozco, en la catedral. El prelado dio testimonio del sufrimiento de su pueblo y denunció el criminal embargo a Siria por parte de los países occidentales, que afecta sobre todo a los más pobres, informa la diócesis de Guadix

En la homilía, el arzobispo de Homs comenzó: «Yo vengo de Siria, después de 12 años de guerra y del terremoto que nos sucedió meses atrás». Él mismo relató cómo sufrió la persecución durante la guerra. Los musulmanes, comentó, exigían tres condiciones para seguir vivo: la primera, pagar para poder seguir viviendo en su casa; la segunda, convertirse al islam; y la tercera, si no se convertía, lo mataban: «Yo vi con mis ojos cuántos jóvenes y a cuántas personas cristianas las mataron por la fe, no querían negar su fe. Me pasó a mí también: yo vi a cuántos jóvenes los secuestraron para pedir rescate la tortura que tenían… pero seguíamos adelante y no teníamos miedo, porque Dios estaba con nosotros».

También habló de las dificultades que viven: «Hoy en Medio Oriente y sobre todo en Siria, los cristianos tenemos muchas dificultades: la pobreza ha llegado a 80% en las familias cristianas» …. «La otra dificultad que tenemos es el embargo». Y comentó cómo ese embargo provoca dificultades en la medicina, en el trabajo. Hay muchas familias de mayores, cuyos hijos tuvieron que salir del país para buscar trabajo y viven en la pobreza, y no tienen nada que comer. También habló del terremoto que han sufrido y que ha dejado 60.000 muertos y muchas casas destruidas: «mucha gente vive y duerme en su auto por el miedo a que haya otro terremoto más».

Terminó pidiendo una oración por su pueblo: «Yo pido vuestras oraciones, la oración hace milagros». «Ahora -continuó- después de esta guerra empezamos, gracias a Dios, a volver a vivir y renacer de nuevo con Cristo».

Una de las razones es que todo ello afecta principalmente a cristianos e hindúes

En Pakistán, el presidente de la Comisión Católica de Justicia y Paz, P. Emmanuel Yousaf, alertó que el problema de la conversión forzada de niñas y jóvenes cristianas “se agudiza día a día”, recoge Aciprensa

El rapto de menores de las minorías religiosas, para obligarlas a convertirse al islam y casarse con musulmanes, no es nuevo en Pakistán, donde, de acuerdo a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el 97% de los cerca de 207 millones de habitantes son musulmanes y sólo el 2% son cristianos.

Un informe presentado por el Centro para Justicia Social (CJS) de Lahore al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en febrero de 2022, mostró que en 2021 hubo 78 casos documentados, de los cuales 39 son mujeres hindúes, 38 cristianas y una sij.

El reporte indica que el 76% eran menores de edad. Sin embargo, al no mencionarse la edad del 18%, “hay motivos para sospechar que estas también pueden ser menores”. “Sólo el 6% fueron confirmadas mayores” de edad, señala.

El informe del CJS también alerta que en 2021 se “experimentó un aumento del 80% en comparación con 2020 y del 50% en comparación con 2019”. En declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el P. Yousaf indica que si bien hay leyes contra los matrimonios infantiles y forzados, estas no se aplican.

“Una de las razones es que todo ello afecta principalmente a cristianos e hindúes, y que en Pakistán la presión procede de la sociedad y del lado musulmán. Presionan a las familias y a las niñas”, explica.

Además, los procesos judiciales para rescatar a estas mujeres demandan tiempo y dinero, y “los abogados tienen miedo a ocuparse de estos casos, al igual que los jueces”.

Dos creyentes nepalíes detenidas por evangelizar

Y en Nepal, dos mujeres cristianas han sido detenidas en Kapilvastu, acusadas de conversión forzosa al cristianismo. Según la policía, Akali Kahar, de 41 años, y Reshmi Kahar, de 17, fueron detenidas cuando intentaban predicar el Evangelio entre un grupo de hindúes, informa Puertas Abiertas

Los vecinos las entregaron a la policía después de descubrirlas implicadas en la conversión forzosa de hindúes en Dohani Chowk del municipio-8 de Kapilvastu. El superintendente de policía Prem Bahadur Basnet declaró que se está investigando el incidente y se está preparando la apertura de una causa contra ellas.

El incidente ha generado preocupación entre los cristianos de Nepal, que a menudo se enfrentan a la persecución por su fe. Las autoridades han sido acusadas de no proteger a las minorías religiosas y de no tomar medidas adecuadas contra los ataques y la discriminación.

Las organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la detención de las mujeres y han instado a las autoridades a garantizar sus derechos y a respetar la libertad religiosa.