Hablábamos en Hispanidad de la difícil sucesión de Florentino Pérez, ahora que ha cumplido los 75 y continúa siendo presidente ejecutivo de ACS y del Real Madrid. Parece claro que ninguno de sus tres hijos vaya a tomar el timón de sus empresas. Todo apunta a que la propiedad quedará en manos de los hijos de Florentino, y la gestión a cargo de un CEO. Es decir, sus hijos se quedarán, no como gestores, sino como rentistas.

Recordemos que Florentino ya destituyó fulminantemente al que estaba llamado a ser su sucesor, Marcelino Fernández Verdes, quien tuvo que ratificar su renuncia en vivo y en directo. Marcelino sigue siendo CEO de Hochtief y presidente de Abertis, pero fue desterrado por completo del Corporativo. Parece que a Florentino también se le mueren los delfines.

En el Consejo de Administración de ACS celebrado ayer hubo varios movimientos. Por un lado, sale Agustín Batuecas Torrego. A esta salida, se suma la de Joan David Grimá Terré, que implica la ruptura de toda hilazón con el Santander Central Hispano. No olviden que ACS se hizo grande con Dragados.

Sorprende la entrada de María José García Beato como consejera independiente, que había quedado un tanto marginada en el Sabadell. ¿Será la sucesora de José Luis del Valle como asesora jurídica principal del grupo?

Además, nombra a Juan Santamaría Cases como consejero ejecutivo, actual presidente de la australiana Cimic, y que lleva ligado al grupo ACS desde hace 20 años en distintos puestos de dirección. Los rumores sobre la sucesión de Florentino se centran en Santamaría, cuyo nombramiento podría someterse a votación en la próxima junta general de accionistas, que se celebrará en mayo. ¿Cuánto durará este nuevo delfín? 

Pero el núcleo duro continúa indemne: Florentino Pérez, Jose Luis del Valle y Ángel García Altozano. Son los que mandan en ACS.